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The Noble Qur'an Encyclopedia

Towards providing reliable exegeses and translations of the meanings of the Noble Qur'an in the world languages

The Light [An-Noor] - Spanish Translation - Isa Garcia

Surah The Light [An-Noor] Ayah 64 Location Maccah Number 24

1. Este es un capítulo [del Corán] que revelé y prescribí [sus preceptos]. En él he revelado versículos de clara evidencia para que reflexionen.

3. El hombre que haya fornicado solo habrá podido hacerlo con una fornicadora igual que él o con una idólatra [cuya ley no le prohíbe ese delito]. Y la mujer que haya fornicado solo habrá podido hacerlo con un fornicador igual que ella o con un idólatra [cuya ley no le prohíbe ese delito]. [Sepan que] la fornicación está prohibida para los creyentes.

5. Pero a aquellos que [después de haberlas difamado] se arrepientan y enmienden [les será aceptado su testimonio]. Dios es Absolvedor, Misericordioso.

9. Por último, deberá pedir que la maldición de Dios caiga sobre ella misma si él dice la verdad.

10. Si no fuese por la gracia de Dios y Su misericordia con ustedes, y porque Dios acepta el arrepentimiento y es Sabio [les hubiera hecho descender el castigo que imprecaban].

11. Los que vinieron con la calumnia[1] son un grupo de ustedes. No piensen [¡oh, creyentes!] que esto acarreará un mal para ustedes; por el contrario, es un bien[2]. Cada uno de los que cometieron este pecado recibirá su merecido, y el mayor responsable entre ellos tendrá un castigo severo.

12. Cuando los creyentes y las creyentes oyeron la calumnia, deberían haberla considerado como en contra de ellos mismos, y haber dicho: “Esto es una mentira evidente”.

15. Propagaron la calumnia con su lengua, repitiendo con la boca aquello sobre lo cual no tenían conocimiento [que fuera verdad], y creyeron que lo que hacían era leve, pero ante Dios era gravísimo.

20. Si no fuera por la gracia y la misericordia de Dios sobre ustedes, y porque Él es Compasivo y Misericordioso [rápido descendería el castigo por sus pecados].

22. Que los que hacen obras de bien y los que tienen riqueza no juren dejar de ayudar [a los pobres debido a su participación en la calumnia a Aishah] a sus parientes, a los pobres y a quienes dejaron sus hogares por la causa de Dios, y [es mejor] que los perdonen y los disculpen. ¿Acaso no aman ser perdonados por Dios? Dios es Indulgente, Misericordioso.

26. Las palabras perversas son para los perversos. Los perversos son objeto de palabras perversas. En cambio, las palabras buenas son para los buenos. Estas buenas personas son inocentes de cuanto los acusan, sus faltas les serán perdonadas y tendrán una recompensa generosa.

30. Dile a los creyentes [¡Oh, Mujámmad!] que recaten sus miradas y se abstengan de cometer obscenidades, porque eso es más puro para ellos. Dios está bien informado de lo que hacen.

31. Dile a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades, no muestren de sus atractivos [en público] más de lo que es obvio, y que dejen caer el velo sobre su escote, solo muestren sus encantos a sus maridos, sus padres, sus suegros, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, sus sobrinos por parte de su hermano y de su hermana, las mujeres, las esclavas, sus sirvientes hombres que ya no tengan deseo sexual y los niños que todavía no sienten atracción por el sexo. [Diles también] que no hagan oscilar sus piernas [al caminar] a fin de atraer la atención sobre sus atractivos ocultos. Pidan perdón a Dios por sus pecados, ¡oh, creyentes!, que así alcanzarán el éxito.

33. Quienes no cuenten con los medios para casarse, que tengan paciencia y se abstengan [de mantener relaciones prematrimoniales] hasta que Dios les provea los medios con Su gracia. Si alguno de los esclavos les pide la manumisión, y saben de su honestidad, otórguensela[1] y ayúdenle [a pagar la manumisión] dándole parte de las riquezas con las que Dios los ha agraciado. No fuercen a sus esclavas a prostituirse con el fin de obtener ganancias, siendo que ellas quieren casarse. Y si [a pesar de esta prohibición] fueran forzadas a hacerlo, [que sepan ellas que] Dios es Absolvedor, Misericordioso.

36. [Esas hornacinas están] en las casas [de oración][1] que Dios permitió que fueran erigidas y honradas para que se invoque Su nombre. En ellas Lo glorifican por la mañana y por la tarde.

37. [En las mezquitas hay] hombres a los que ni los negocios ni las ventas los distraen del recuerdo de Dios, la práctica de la oración prescrita y el pago del zakat, porque temen el día en que los corazones y las miradas se estremezcan[1].

40. [El estado de los que se negaron a creer es] como tinieblas en un mar profundo cubierto de olas, unas sobre otras, que a su vez están cubiertas por nubes. Son tinieblas que se superponen unas sobre otras. Si alguien mirase su mano, apenas podría distinguirla. De este modo, a quien Dios no ilumine jamás encontrará la luz[1].

44. Dios hace que la noche y el día se sucedan. En esto hay un motivo de reflexión para los que tienen ojos [y quieren ver].

53. [Los hipócritas] juran por Dios que si los convocas [¡Oh, Mujámmad!] para luchar por la causa de Dios, dejarán sus hogares y saldrán a combatir. Pero diles: “No juren en falso, su obediencia es solo de palabra”. Dios está bien informado de lo que hacen.

54. Diles: “Obedezcan a Dios y obedezcan a Su Mensajero”. Pero si se rehúsan, el Mensajero solo rendirá cuentas por lo que se le ha encomendado, y ellos deberán rendir cuentas por lo que se les ha ordenado. Pero si le obedecen [al Mensajero] se encaminarán. Mi Mensajero solo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.

61. No es motivo de reproche[1] que el ciego, el cojo, el enfermo ni ustedes mismos coman [de lo que les ofrezcan, ya sea comida procedente] de su propia casa, o de la casa de sus padres o de sus madres o de sus hermanos o de sus hermanas, o de sus tíos o tías paternos, o de sus tíos o tías maternos, o de aquellas [casas] que están a su cargo o [de la casa] de algún amigo; ni incurren en falta si comen juntos o por separado. Pero siempre que entren a [cualquiera de estas] casas, salúdense unos a otros con el saludo de la paz, un saludo bendecido y excelente, como Dios manda[2]. Así es como Dios les aclara Sus Signos para que puedan comprender.