عربيEnglish

The Noble Qur'an Encyclopedia

Towards providing reliable exegeses and translations of the meanings of the Noble Qur'an in the world languages

The Women [An-Nisa] - Spanish Translation - Isa Garcia

Surah The Women [An-Nisa] Ayah 176 Location Madanah Number 4

2. Reintegren los bienes materiales a los huérfanos [cuando alcancen la pubertad]. No les cambien lo bueno de ellos por lo malo de ustedes, ni se apropien de los bienes materiales de ellos agregándolos a los de ustedes, porque es un gran pecado.

7. A los varones les corresponde un porcentaje de la herencia que dejen los padres y parientes más cercanos, y a las mujeres otro porcentaje de lo que los padres y parientes más cercanos dejen. Fuere poco o mucho, les corresponde [por derecho] un porcentaje determinado de la herencia.

9. Que [los apoderados de los huérfanos] se preocupen [por ellos] igual que si dejasen tras de sí a sus propios hijos menores huérfanos y temiesen por ellos. Que tengan temor de Dios y digan la verdad.

11. Dios prescribe respecto a [la herencia de] sus hijos: Al varón le corresponde lo mismo que a dos mujeres. Si las hermanas son más de dos, les corresponderán dos tercios de la herencia. Si es hija única, le corresponde la mitad. A cada uno de los padres [del difunto] le corresponderá un sexto, si deja hijos; pero si no tiene hijos y le heredan solo sus padres, un tercio es para la madre. Si tiene hermanos, un sexto es lo que corresponde para la madre. Esto luego de cumplir con sus legados y pagar sus deudas. Ustedes ignoran quiénes tienen más derecho al beneficio de la herencia, si sus padres o sus hijos, de ahí este precepto de Dios. Dios es Sabio, todo lo sabe.

12. A los hombres les corresponde la mitad de lo que dejaran sus esposas si no tuvieran hijos. Si tuvieran hijos les corresponde un cuarto, luego de cumplir con sus legados y pagar sus deudas. Si no tuvieran hijos, a las mujeres les corresponde un cuarto de lo que dejaran. Si tuvieran hijos, entonces un octavo de lo que dejaran, luego de cumplir con sus legados y pagar las deudas. Si [el difunto] no tiene padres ni hijos, pero sí un hermano o una hermana, entonces les corresponde a cada uno de ellos un sexto. Si son más, participarán del tercio de la herencia, luego de cumplir con los legados y pagar las deudas, siempre que los legados no causen perjuicio a los herederos. Esto es un precepto de Dios. Dios es Sabio, Generoso.

14. Pero a quien desobedezca a Dios y a Su Mensajero y no cumpla con Sus leyes, Él lo introducirá en el Infierno donde morará por toda la eternidad y sufrirá un castigo humillante.

19. ¡Oh, creyentes! Quedan abolidas las costumbres [paganas preislámicas] de heredar a las mujeres como un objeto y de obligarlas a casarse y retenerlas por la fuerza para recuperar parte de lo que les habían dado[1], a menos que ellas cometan un acto de inmoralidad[2]. En lugar de eso, traten amablemente a las mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas les llegara a disgustar [sean tolerantes], puede ser que les desagrade algo en lo que Dios ha puesto un bien para ustedes.

20. Y si te decides a divorciarte de tu esposa, a la que has dado una fortuna como dote, para casarte con otra [mujer], no le pidas que te devuelva nada de su dote. ¿Acaso pensabas hacerlo calumniándola, cometiendo un claro delito?

21. ¿Acaso pretendes que se te devuelva [la dote] después de haberse entregado uno al otro [en la intimidad] a través de un solemne contrato matrimonial?

23. Se prohíbe contraer matrimonio con sus madres, hijas, hermanas, tías, sobrinas, madres de leche, hermanas de leche, suegras, y también con hijastras que estén bajo su tutela nacidas de esposas con las que han consumado el matrimonio; pero si no han consumado el matrimonio, no incurren en falta al casarse con estas últimas. Salvo en casos consumados, también se prohíbe casarse con la esposa de sus hijos biológicos así como con dos hermanas a la vez. Dios es Perdonador, Misericordioso.

25. Quien no disponga de los medios necesarios para casarse con una creyente libre, podrá hacerlo con una esclava creyente[1]. Dios conoce bien la fe de ustedes, y todos proceden de un mismo ser. Cásense con ellas con el permiso de sus tutores, y denles la dote legítima y de buen grado. Tómenlas como mujeres honestas, no como fornicadoras o amantes. Si estas mujeres se casan y cometen una deshonestidad, se les aplicará la mitad del castigo que a las mujeres libres. Esto es para los que teman caer en la fornicación, pero tener paciencia es mejor. Dios es Absolvedor, Misericordioso.

34. Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Dios ha puesto entre ambos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas e íntegras obedecen a Dios y en ausencia de su marido se mantienen fieles, tal como Dios manda. A aquellas de quienes teman maltrato y animadversión, exhórtenlas, tomen distancia no compartiendo el lecho, y por último pongan un límite físico[1]; si les obedecen [en lo que Dios ordena], no les reclamen ni recriminen más. Dios es Sublime, Grande.

40. Dios no es injusto con nadie ni en el peso de la más ínfima partícula. Por el contrario, retribuye generosamente toda obra de bien, y concede de Su parte una recompensa magnánima.

41. ¿Qué pasará cuando traiga a un testigo de cada comunidad y te traiga a ti [¡Oh, Mujámmad!] como testigo contra los que niegan la verdad [y las gracias de Dios]?

44. ¿No te asombra el caso de quienes recibieron algo de la revelación, pero la cambiaron por el extravío? Ellos anhelan que ustedes también se desvíen del camino recto.

46. Algunos judíos tergiversan el sentido de las palabras sacándolas de contexto, como cuando dicen: “Te oímos [y al mismo tiempo les dicen a otros], pero no te seguiremos en nada de lo que digas”. [O como cuando dicen:] “Óyenos tú, que no aceptamos oírte”. Te llaman con doble sentido en sus palabras ofendiendo la religión [de Dios]. Si hubieran dicho: “Te oímos y te seguiremos. Escúchanos y sé paciente con nosotros”, sería mejor para ellos y más correcto. Pero Dios los alejó de Su misericordia por negarse a aceptar la verdad, poco es lo que creen.

49. ¿No has visto a los que se jactan de puritanos? En realidad es Dios Quien concede la pureza [librando del egocentrismo] a quien Le place. Nadie será tratado injustamente [en cuanto a la recompensa que sus obras merezcan].

52. Ellos fueron apartados de la misericordia de Dios, y a quien Dios aparta de Su misericordia no habrá quién lo socorra.

53. ¿Acaso comparten [con Dios] la soberanía? [No la tienen, pero] si la tuvieran, no darían lo más mínimo a la gente [debido a su avaricia].

55. Entre ellos hay quienes creyeron y quienes los combatieron. [A estos últimos] el Infierno les bastará como castigo.

60. ¿No te causan asombro quienes dicen creer en lo que se te ha revelado y en lo que había sido revelado anteriormente, y sin embargo recurren a la justicia de quienes gobiernan con principios injustos y paganos[1], a pesar de que se les ha ordenado no creer en eso? El demonio solo quiere que se pierdan lejos [de la fe monoteísta].

64. Envié a los Mensajeros para que sean obedecidos con el permiso de Dios. Si [los hipócritas] después de haber cometido esas injusticias hubieran recurrido a ti, se hubieran arrepentido ante Dios, y el Mensajero hubiera pedido perdón por ellos, habrían comprobado que Dios es Indulgente, Misericordioso.

79. Todo bien que te alcance proviene de Dios, mientras que todo mal que te aflija es consecuencia de tus propias obras. Te he enviado [¡Oh, Mujámmad!] como Mensajero a todas las personas. Dios es suficiente testigo.

83. Cuando escuchan un rumor que pudiera traer paz o sembrar el temor, lo divulgan inmediatamente. Pero lo que debían hacer era remitirlo al Mensajero y a quienes tienen autoridad y conocimiento, que son quienes pueden investigar la información y comprender su magnitud, y sabrían qué hacer. Si no fuera por el favor y la misericordia de Dios para con ustedes, habrían seguido la voluntad del demonio, salvo algunos pocos.

91. Pero encontrarán a otro grupo que desea estar a salvo de ustedes [aparentando ser creyentes] y a salvo de su gente [manifestando la incredulidad que hay en sus corazones]. Cada vez que su pueblo los incita a combatir contra ustedes, se precipitan a agredirlos. A estos, si no dan la palabra de que no combatirán contra ustedes, proponen la paz y contienen la agresión, aprésenlos y ajustícienlos [en el curso del combate] donde quiera que los encuentren. A ellos se les permite combatirlos.

92. No es propio de un creyente matar a otro creyente, salvo que sea por accidente. Quien mate a un creyente accidentalmente deberá liberar a un esclavo creyente y pagar una indemnización a la familia de la víctima, a menos que ésta la condone. Si [quien muere accidentalmente] era creyente y pertenecía a un pueblo enemigo, [el que causó la muerte accidental] deberá liberar un esclavo creyente. Pero si pertenecía a un pueblo con el que se tiene un pacto [de no agresión], deberá pagarle la indemnización a la familia de la víctima y liberar a un esclavo creyente. Y quien no esté en condiciones [económicas] de hacerlo [o no encuentre,] deberá ayunar dos meses consecutivos para alcanzar el perdón de Dios. Dios todo lo sabe, es Sabio.

94. ¡Oh, creyentes! Cuando salgan a combatir por la causa de Dios, asegúrense de no combatir contra los creyentes, y no digan a quien los saluda con la paz [expresando su Islam]: “¡Tú no eres creyente!”, para así combatirlo y conseguir algo de los bienes perecederos de la vida mundanal, pues junto a Dios hay grandes botines. Ustedes eran así [en la época pagana], pero Dios los agració [con el Islam]. Usen su discernimiento, porque Dios está bien informado de lo que hacen.

95. Los creyentes que permanecieron pasivos [ante la llamada a luchar por la justicia y la seguridad] no pueden ser equiparados con quienes combatieron por la causa de Dios con sus bienes y sus vidas, excepto los que tengan excusa válida. Dios considera superiores a quienes combaten [por la justicia] con sus bienes y sus vidas, por sobre quienes permanecen pasivos [ante la injusticia]. Pero a todos Dios les ha prometido un buen fin [el Paraíso], aunque Dios ha preferido conceder una recompensa más grandiosa a quienes lucharon que a quienes no lo hicieron.

96. Son grados que Él concede, junto con Su perdón y misericordia. Dios es Indulgente y Misericordioso.

97. Aquellos que mueran siendo injustos consigo mismos [cometiendo pecados influenciados por la sociedad pagana], los ángeles al tomar sus almas les preguntarán: “¿Qué les pasó?[1]” Responderán: “Nos sentíamos débiles y oprimidos [por los incrédulos]”. Les dirán: “¿Acaso la tierra de Dios no era suficientemente vasta como para que emigraran [a otra sociedad]?” Su morada será el Infierno, ¡Qué mal fin!;

102. Cuando estés con ellos [¡Oh, Mujámmad! en el campo de batalla] y establezcas la oración, que un grupo permanezca de pie contigo tomando las armas. Cuando hagan la prosternación, que ellos se pongan detrás; luego el grupo que aún no haya orado se adelante y ore contigo, tomando precauciones y portando sus armas. Los [enemigos] que niegan la verdad desean que descuiden sus armas para atacarlos sorpresivamente. No cometen falta alguna si la lluvia los molesta o están enfermos y dejan las armas [mientras rezan], pero tomen precauciones. Dios ha reservado un castigo denigrante para los que niegan la verdad.

114. En la mayoría de las conversaciones secretas no hay ningún bien, excepto las que sean para coordinar una ayuda social, hacer una buena acción o reconciliar entre las personas. A quien lo haga anhelando complacer a Dios, lo agraciaré con una grandiosa recompensa.

116. Dios no perdona la idolatría, pero perdona, fuera de ello, a quien Le place. Quien atribuya actos de adoración a otros además de Dios se habrá desviado profundamente [del camino de los Profetas].

137. A quienes crean y luego renieguen, después vuelvan a creer y luego renieguen nuevamente, aferrándose tercamente en su rechazo de la verdad [hasta su muerte], Dios no ha de perdonarlos ni guiarlos [por la senda al Paraíso].

141. [Los hipócritas] siempre especulan. Si ustedes obtienen una victoria con la ayuda de Dios, les dicen: “¿Acaso no estábamos de su lado?” Pero si los que niegan la verdad logran un triunfo parcial, les dicen a ellos: “¿Acaso no los ayudamos a vencer y los defendimos de los creyentes?” Dios los juzgará el Día de la Resurrección. Dios no ha de conceder a los que rechazan el mensaje la supremacía absoluta sobre los creyentes.

147. ¿Para qué iba Dios a castigarlos [por sus ofensas pasadas] si son [ahora] agradecidos y creyentes? Dios es Agradecido, todo lo sabe.

148. A Dios no Le complace que se hagan públicos los errores de otros, excepto que sea para denunciar o detener una injusticia. Dios todo lo oye, todo lo sabe.

153. [Los judíos entre] la Gente del Libro te piden que les hagas descender un Libro del cielo. Ya le habían pedido a Moisés algo peor cuando dijeron: “Haz que podamos ver a Dios con los ojos”. Pero fueron fulminados por un rayo debido a las injusticias que cometían. Luego comenzaron a adorar al becerro [de oro] a pesar de haber recibido las evidencias [del monoteísmo]. Pero les perdoné [esa ofensa] y concedí a Moisés un milagro evidente.

154. Para que respetaran el pacto [de seguir la Torá] elevé la montaña por encima de ellos y les dije: “Ingresen por la puerta [principal de la ciudad], prostérnenrse [en señal de humildad] y no quebranten el sábado”. Celebré con ellos un pacto solemne.

155. [No te sorprendas, ¡Oh, Mujámmad! de que te pidan que hagas descender un Libro del cielo, cuando ellos] Quebrantaron el pacto, no creyeron en los signos de Dios, mataron a los Profetas injustamente, y [además] dicen: “No podemos comprender tus palabras”. No es eso, sino que Dios endureció sus corazones porque negaron la verdad evidente, y no van a creer sino unos pocos de ellos.

156. Tampoco creyeron [en el Mesías] y manifestaron contra María una calumnia gravísima [acusándola de fornicadora].

159. La Gente del Libro comprenderá, antes de la muerte, la verdad sobre Jesús[1], y el Día del Juicio él testificará en contra [de quienes lo negaron y de quienes lo adoraron].

160. Debido a las injusticias que cometían los judíos, y porque constantemente obstaculizaban el camino de Dios, les prohibí cosas buenas que antes les eran permitidas.

161. Lucraban con la usura siendo que les estaba prohibido, y estafaban engañando a la gente. Les tenemos reservado un castigo doloroso a quienes de entre ellos negaron la verdad [a pesar de conocerla].

165. A los Mensajeros los envié como anunciadores de albricias y como amonestadores, para que [la humanidad] no tuviera argumento alguno ante Dios [por haber rechazado el mensaje]. Dios es Poderoso, Sabio.

166. [Si te acusan de mentiroso, ¡Oh, Mujámmad! sabe que] Dios mismo atestigua que lo que te reveló es con Su sabiduría, y los ángeles también lo atestiguan, aunque es suficiente con Dios como testigo.

167. Los que negaron la verdad y además impidieron a la gente seguir la guía de Dios, están profundamente extraviados.