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The Noble Qur'an Encyclopedia

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The Table Spread [Al-Maeda] - Spanish Translation - Isa Garcia

Surah The Table Spread [Al-Maeda] Ayah 120 Location Madanah Number 5

2. ¡Oh, creyentes! No profanen los ritos de Dios ni los meses sagrados, ni los animales ofrendados ni los animales marcados para ofrenda, ni perjudiquen a quienes se dirigen a la Casa Sagrada buscando el favor y la complacencia de su Señor. [Solo] cuando hayan finalizado la peregrinación podrán cazar. Que el descontento que tengan hacia quienes les impedían el acceso a la Mezquita Sagrada no los lleve a transgredir [la ley], sino que cooperen con ellos en obrar el bien e impedir el mal, pero no cooperen en el pecado y la enemistad. Y tengan temor de Dios; Dios es severo en el castigo.

3. Les es prohibido [comer] la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo, el animal que haya sido sacrificado invocando a otro en lugar de Dios, la del animal muerto por asfixia, golpe, caída, cornada o herido por las fieras, a menos que alcancen a degollarlo [antes de que muera], y lo que es inmolado en altares [en honor a un ídolo]. [También es prohibido] consultar la suerte echando flechas [o con cualquier otro método]. [Violar alguna de estas leyes] es un pecado. Quienes se empeñan en negar la verdad han perdido la esperanza de [hacerlos renunciar a] su religión. No tengan temor de ellos, sino que tengan temor de Mí. Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión. Pero quien [en caso extremo] se vea forzado por hambre [y coma de lo prohibido], pero sin intención de transgredir la ley ni excederse, Dios es Perdonador, Misericordioso.

4. Te preguntan qué es lícito [comer]. Responde: “Se les permite comer todas las cosas buenas [y sanas]. Pueden comer lo que hayan atrapado los animales de caza que han entrenado, conforme a lo que Dios les ha enseñado. Coman de lo que cacen para ustedes, pero mencionen el nombre de Dios sobre esos alimentos, y tengan temor de Dios, porque Dios es rápido en ajustar cuentas.

5. De hoy en adelante les es permitido todo [alimento] bueno. La carne de los [animales sacrificados] de quienes recibieron el Libro [la Torá y el Evangelio] es lícita, y la carne [de los animales que ustedes sacrifican] es lícita para ellos. También es permitido [para ustedes] casarse con las mujeres creyentes que sean recatadas, y con las mujeres recatadas que recibieron el Libro anteriormente [judías y cristianas], siempre que cumplan la condición de darles su dote, con intención [seria] de casarse, no para fornicar ni tomarlas como amantes secretas. Pero quien rechace la creencia [monoteísta de Dios], sus obras [en este mundo] habrán sido en vano, y en la otra vida se contará entre los perdedores.

6. ¡Oh, creyentes! Cuando se dispongan a hacer la oración lávense el rostro y los brazos hasta los codos, pasen las manos [húmedas] por la cabeza y [laven] los pies hasta los tobillos. Si están en estado de impureza mayor, tomen un baño [completo]. Si están enfermos o de viaje o han hecho sus necesidades [biológicas] o han cohabitado con su mujer, y no encuentran agua, usen [para la ablución virtual[1]] tierra limpia y pásenla por el rostro y las manos. Dios no quiere imponerles dificultades, solo quiere purificarlos y completar Su favor sobre ustedes para que sean agradecidos.

10. Pero [en cambio] los que niegan la verdad y rechazan Mi palabra serán los habitantes del fuego del Infierno.

13. Pero por haber violado el pacto los maldije e hice que sus corazones se volvieran insensibles y duros. [Por eso] tergiversan el sentido de las palabras [de la Torá] sacándolas de contexto, y dejan de lado parte de lo que les fue mencionado [en ella]. Descubrirás que la mayoría de ellos, salvo unos pocos, traicionan [a la gente], pero tu discúlpalos y sé tolerante con ellos, porque Dios ama a los que hacen el bien.

14. [Dios también tomó un compromiso] con quienes dicen: “Somos cristianos”, pero ellos dejaron de lado parte de lo que les había mencionado [en el Evangelio]. Y [por eso] sembré entre ellos la discordia y el odio hasta el Día de la Resurrección, cuando Dios les hará saber el [gran] nivel de desvío que alcanzaron.

15. ¡Oh, Gente del Libro! Les ha llegado un Mensajero enviado por Mí, cuya misión es traerles a la luz los preceptos más importantes que ocultaron de las escrituras, y facilitar muchos otros preceptos. Dios les ha enviado una luz y un Libro claro [el Corán],

18. Dicen judíos y cristianos: “Somos hijos de Dios y sus predilectos”. Diles: “Si así fuera, ¿por qué los castigará por los pecados que cometen? Ustedes son como el resto de la humanidad, seres creados por Él. Dios perdona a quien quiere y castiga a quien quiere. A Dios pertenece el reino de los cielos y de la tierra, y todo lo que existe entre ambos, y ante Él compareceremos [para que nos juzgue por nuestras acciones]”.

19. ¡Oh, Gente del Libro! Luego de que pasara un tiempo desde el último Mensajero[1], les ha llegado Mi Mensajero para aclararles la verdad, y que no puedan decir [el Día del Juicio Final]: “No se nos presentó nadie que nos albriciara [con el monoteísmo] y nos advirtiera [contra la idolatría]”. Pues ahora sí tienen quien les albricia y les advierte, porque Dios es sobre toda cosa Poderoso.

20. [Reflexionen sobre] cuando Moisés dijo a su pueblo: “¡Oh, pueblo mío! Recuerden las bendiciones que Dios les concedió al hacer que surgieran entre ustedes Profetas y poderosos, y los bendijo con gracias que no concedió a nadie de sus contemporáneos.

23. Dos hombres que tenían temor de Dios, que habían sido bendecidos [con una fe sólida], dijeron: “Ingresen sorpresivamente por la puerta, porque si lo hacen obtendrán la victoria. Pero encomiéndense solo a Dios, si es que verdaderamente son creyentes”.

25. Dijo [Moisés]: “¡Señor mío! Solo tengo control de mis actos y autoridad sobre mi hermano [Aarón], decide Tú entre ellos y nosotros”.

26. Dijo [Dios a Moisés]: “Les estará prohibida [la entrada en Tierra Santa]. Vagarán por la tierra durante cuarenta años. No te aflijas por la gente perversa”.

29. Prefiero que seas tú quien cargue con mis pecados y los tuyos, [y si me matas] serás de los moradores del Fuego, porque ese es el castigo para los que cometen esa injusticia”.

33. El castigo para quienes hacen la guerra a [un pueblo que se gobierna por la ley de] Dios y Su Mensajero y siembran en la Tierra la corrupción, es que [luego de un juicio justo] se los condene a muerte, se los crucifique, se les ampute una mano y el pie del lado opuesto, o se los condene al exilio. Esto es para que sean denigrados en esta vida, y en la otra tendrán un castigo terrible.

38. Al ladrón y a la ladrona [luego de un juicio justo] córtenles la mano en compensación por su delito. Esta es una sentencia disuasoria dictada por Dios. Dios es Poderoso, Sabio.

39. Pero a quien se arrepienta luego de cometer un delito o injusticia y enmiende, Dios lo perdonará, porque Dios es Perdonador, Misericordioso.

41. ¡Oh, Mensajero! No te entristezcas por quienes se precipitan a negar la verdad, como quienes dicen: “Creemos”, pero sus corazones no creen. Entre los judíos hay quienes prestan oídos a cualquier falsedad que se diga, escuchan ávidamente sin venir a pedirte aclaración. Tergiversan el sentido de las palabras [reveladas] sacándolas de su contexto, y dicen: “Si se les dice así [acorde a su tergiversación] acéptenlo; caso contrario, rechácenlo”. A quien Dios pone a prueba con una tentación, no podrás hacer nada para salvarlo. Dios no ha querido purificar sus corazones[1]. Ellos serán denigrados en esta vida, y en la otra tendrán un castigo terrible.

43. ¿Y por qué necesitan pedirte a ti que juzgues entre ellos si tienen la Torá en la que se encuentra el juicio de Dios? Si tu veredicto no les agrada, lo rechazan [a pesar de que coincide con la Torá]; esos de verdad no son creyentes [en Dios ni en la Torá].

45. He prescrito en ella [la Torá, la justicia retributiva]: Vida por vida, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente, y con las heridas una similar. Pero si la víctima perdona [que se aplique la pena al culpable] esto le servirá de expiación. Quienes no juzgan conforme a lo que Dios ha revelado [por considerarlo inferior], ésos son los verdaderos ofensores.

47. Que los seguidores del Evangelio juzguen según lo que Dios ha revelado en él, porque los que no juzgan conforme a lo que Dios ha revelado, ésos son los verdaderos perversos.

48. [Y a ti, ¡Oh, Mujámmad!] Te he revelado el Libro que contiene la verdad definitiva [el Corán], que corrobora los Libros revelados anteriormente y es juez de lo que es verdadero en ellos. Juzga conforme a lo que Dios ha revelado y no te sometas a sus deseos transgrediendo la Verdad que has recibido. A cada [comunidad religiosa] le he dado una legislación y una metodología [norma]. Si Dios hubiera querido, habría hecho de ustedes una sola comunidad, pero quiso probar su fe en lo que les reveló. Apresúrense a realizar obras de bien, porque todos comparecerán ante Dios, y Él les informará acerca de lo que discrepaban.

50. ¿Acaso prefieren un juicio según las leyes paganas? Pero, ¿qué mejor juicio que el de Dios para quienes están convencidos de su fe?

52. Verás que quienes tienen una enfermedad en sus corazones [la hipocresía] se apresuran buscando su complacencia[1] y dicen: “Tenemos miedo de que nos sorprenda una derrota”. Pero puede que Dios les tenga deparada la victoria o algún otro decreto, y entonces tengan que arrepentirse de lo que pensaban.

56. Quienes tomen por aliados a Dios, a Su Mensajero y a los creyentes, son de la comunidad de Dios, quienes serán en definitiva los vencedores.

59. Di: “¡Oh, Gente del Libro! ¿Acaso nos reprochan que creamos en Dios, en la revelación que nos fue enviada y lo que fue revelado anteriormente, o lo hacen solamente porque la mayoría de ustedes son perversos?”

60. Di: “¿No quieren acaso que les informe quiénes tendrán peor retribución que éstos ante Dios? Son quienes maldijo Dios, los que incurrieron en Su ira, los que convirtió en monos y cerdos[1], y los que adoran a los falsos dioses. Esos son los que se encuentran en una situación peor y son los más extraviados del camino recto.

61. Cuando se encuentran con ustedes dicen: “Creemos”, pero cuando entraron [al Islam en apariencia] traían la incredulidad consigo, y al abandonarlo [al Islam] salieron igual. Dios sabe bien lo que ocultan.

64. Estos judíos dijeron: “La mano de Dios está cerrada”[1]. Son sus manos las que se cerraron, y cayeron en la maldición de Dios por su blasfemia. Por el contrario, Sus dos manos están extendidas y dispensa [generosamente] según Su voluntad. Lo que te ha sido revelado por tu Señor acrecentará en muchos de ellos la arrogancia y la negación de la verdad. He previsto entre ellos la enemistad y el odio hasta el Día de la Resurrección. Siempre que enciendan el fuego de la guerra [contra ustedes], Dios lo apagará. Ellos se esfuerzan por sembrar la corrupción en la Tierra, pero Dios no ama a los que siembran la corrupción.

67. ¡Oh, Mensajero! Comunica [completamente] lo que te ha sido revelado por tu Señor. Si no lo haces, no habrás hecho llegar Su Mensaje. Dios te protegerá de la gente [que intenta impedir que cumplas con tu misión]. Dios no guía a un pueblo que niega la verdad.

68. Di: “¡Oh, Gente del Libro! No tendrán fundamento alguno mientras no se atengan a [la ley de] la Torá, el Evangelio y lo que les ha sido revelado por su Señor”. Lo que te ha sido revelado por tu Señor acrecentará en muchos de ellos la arrogancia y la negación a reconocer la verdad, pero no te aflijas por un pueblo que se niega a reconocer la verdad.

75. El Mesías hijo de María es solo un Mensajero, como los otros Mensajeros que le precedieron. Su madre fue una creyente devota. Ambos necesitaban alimentos [como el resto de los seres humanos]. Observa cómo les aclaré las evidencias, y cómo [a pesar de eso] rechazan la verdad.

78. Los Hijos de Israel que se obstinaban en negar la verdad ya fueron maldecidos por David y por Jesús hijo de María, porque transgredían los límites de la ley y se rebelaban [contra Dios].

83. Cuando escuchan lo que le ha sido revelado al Mensajero, ves que sus ojos se inundan de lágrimas porque reconocen la verdad, y entonces dicen: “¡Señor nuestro! Creemos, cuéntanos entre quienes dan testimonio [de la verdad del Islam].

85. Dios les recompensará por su testimonio con jardines por los que corren ríos, en los que estarán por toda la eternidad. Ésa es la recompensa de los que hacen el bien.

89. Dios no va a pedirles cuentas por los juramentos [que hagan] sin intención, pero sí [va a preguntarles] por los que hayan pronunciado reflexionando sobre su implicancia. En estos casos deberán expiarlos alimentando a diez pobres como alimentan a su familia, o dándoles vestimenta, o liberando a un esclavo. Quien no encuentre los medios [económicos para una de estas tres opciones] deberá ayunar tres días. Ésta es la expiación de los juramentos [si no los cumplen]. Sean cuidadosos con sus juramentos[1], pero cuando los hagan deben cumplirlos. Así es como Dios explica Su mensaje, para que sean agradecidos.

90. ¡Oh, creyentes! Los embriagantes, las apuestas, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte [por ejemplo] con flechas, son una obra inmunda del demonio. Aléjense de todo ello, que así tendrán éxito [en esta vida y en la próxima].

92. Deben obediencia absoluta a Dios y a Su Mensajero, y tengan cuidado [de desobedecerlos]. Pero quien se rehúse, sepa que Mi Mensajero solo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.

93. Quienes creen y hacen buenas obras no serán reprochados por lo que disfrutaron [de lo que era lícito] antes [de su prohibición], siempre que tengan temor de Dios, crean y obren rectamente, luego tengan temor de Dios y crean [en las leyes], luego tengan temor de Dios y hagan el bien [manteniéndose firmes], porque Dios ama a los que hacen el bien.

94. ¡Oh, creyentes! Dios los pondrá a prueba[1] [mientras estén consagrados a la peregrinación] colocando delante de ustedes presas de caza que podrían alcanzar fácilmente con sus manos o lanzas, para distinguir quién Le teme en secreto [al obedecer la prohibición de cazar]. Quien transgreda [las leyes] tendrá un castigo doloroso.

95. ¡Oh, creyentes! No cacen mientras estén consagrados a la peregrinación. Quien lo haga deliberadamente deberá compensarlo sacrificando una res de ganado equivalente a la que mató, la que será determinada por dos personas justas y será ofrendada [a Dios] ante la Ka‘bah [y repartida entre los necesitados], o deberá hacer una expiación alimentando a pobres o ayunando un plazo equivalente, para que sufra y comprenda las consecuencias de sus ofensas. Dios no les pedirá cuentas por lo que hayan hecho antes de descender la legislación. Pero quien reincida, sepa que Dios lo retribuirá con lo que se merece. Dios es Poderoso, Dueño de la retribución.

96. Es permitido [durante la peregrinación comer de] lo que pesquen en el mar, para los residentes y los viajeros. Pero está prohibida la caza mientras estén consagrados a la peregrinación. Tengan temor de Dios, ante Quien serán congregados [para ser juzgados por sus obras].

99. El Mensajero solo tiene la obligación de transmitir el Mensaje, Dios es Quien sabe lo que manifiestan y lo que ocultan.

101. ¡Oh, creyentes! No ahonden en asuntos que, si fueran revelados [en forma de ley], les causarían dificultad [en la práctica de la religión]. Pero si los indagan cuando hayan sido revelados en el Corán, les serán explicados. Dios los perdona por sus indagaciones [fuera de lugar] porque es Perdonador, Tolerante.

102. Estas mismas indagaciones fueron hechas por otros pueblos en la antigüedad, y [cuando les fueron reveladas como leyes] las rechazaron.

103. No es prescripción de Dios que ciertas clases de ganado sean marcadas por superstición y costumbres paganas, como la camella que se consagra a los ídolos por lo que no debe ser ordeñada, ni la que también es consagrada a los ídolos y se la deja pastar libremente, ni la oveja que si en su séptimo parto pare un macho y una hembra se la consagra a los ídolos y no se la debe sacrificar, ni el camello semental que luego de servir diez veces se consagra a los ídolos por lo que no se lo utiliza para montura. Son los paganos supersticiosos quienes inventaron estos ritos, mintiendo acerca de Dios. La mayoría de ellos no usa el razonamiento.

105. ¡Oh, creyentes! Ustedes son responsables por sus almas en el cumplimento de sus deberes para con Dios. No les perjudica quien elige el camino del desvío si ustedes están en el camino recto. A Dios regresarán y Él les informará el resultado de sus obras.

107. Si se descubre que cometieron un pecado [al mentir sobre los términos del testamento], otros dos los sustituirán, y éstos serán [elegidos] de entre los parientes con más derecho [a su herencia] y jurarán por Dios: “Nuestro testimonio es más digno de ser creído que el de ellos y no los agredimos [al acusarlos de falso testimonio], porque de hacerlo nos contaríamos entre los injustos”.

109. [Teman] el día que Dios reúna a los Mensajeros y diga: “¿Cómo respondieron [aquellos a quienes fueron enviados]?” Dirán: “No sabemos, Tú eres Quien conoce lo oculto”.

110. Dios dirá: “¡Oh, Jesús hijo de María! Recuerda las bendiciones que te concedí a ti y a tu madre, cuando te fortalecí con el Espíritu Santo[1] para que pudieras hablar a la gente desde la cuna y de adulto, y te enseñé la escritura, la sabiduría, la Torá y el Evangelio. Cuando modelaste con arcilla un pájaro con Mi anuencia, y luego soplaste en él y se convirtió en un pájaro real con Mi permiso, y curaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi permiso, y resucitaste al muerto con Mi permiso. Te protegí de los Hijos de Israel cuando te presentaste ante ellos con las evidencias, y los que negaron la verdad dijeron: “Esto es hechicería pura”.

111. [Recuerda] cuando inspiré a los discípulos para que creyeran en Mí y en Mi Mensajero. Ellos dijeron: “¡Creemos! Sé testigo de que somos musulmanes [en sumisión a Dios]”.

113. Dijeron [los discípulos]: “Queremos comer de ella para que nuestros corazones se sosieguen, saber [con certeza] que nos has dicho la verdad y dar testimonio de ella”.

114. Jesús hijo de María rezó: “¡Oh Dios, [te imploro porque Tú eres] nuestro señor! Haz que descienda una mesa servida del cielo que sea para nosotros un acontecimiento festivo, tanto para los primeros como para los últimos [de nuestra nación], y un milagro proveniente de Ti. Concédenos Tu favor, pues Tú eres el mejor proveedor”.

116. [El Día del Juicio Final] Dios dirá: “¡Oh, Jesús hijo de María! ¿Acaso tú dijiste a la gente: “Adórenme a mí y a mi madre como divinidades junto con Dios?” Dirá [Jesús]: “¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo a lo que no tengo derecho. Si lo hubiera dicho Tú lo sabrías. Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la Tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto.

120. A Dios pertenece el reino de los cielos y de la tierra, y cuanto existe entre ambos. Él tiene poder sobre todas las cosas.