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The Noble Qur'an Encyclopedia

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Repentance [At-Taubah] - Spanish Translation - Isa Garcia

Surah Repentance [At-Taubah] Ayah 129 Location Madanah Number 9

1. Dios y Su Mensajero están exentos de responsabilidad sobre el pacto[1] que ustedes habían celebrado con los idólatras[2].

2. [Los que combatieron a los musulmanes en la península árabe] pueden transitar [con libertad y seguridad] por la tierra[1] cuatro meses. Sepan que no podrán eludir a Dios, porque será Dios Quien afrente a los que se negaron a creer.

3. Dios y Su Mensajero anuncian a toda la gente en el día más importante de la peregrinación[1], que Dios ya no tiene ningún pacto con los idólatras, ni tampoco Su Mensajero. [¡Oh, idólatras!] Si se arrepienten [y abandonan la incredulidad] será mejor para ustedes, pero si se rehúsan no podrán escapar de Dios. A los que se negaron a creer anúnciales que recibirán un castigo doloroso[2],

6. Si alguno de los idólatras te pidiera protección, dale asilo para que así recapacite y escuche la Palabra de Dios, luego [si no reflexiona] ayúdalo a alcanzar un lugar seguro. Esto es porque son gente que no sabe.

7. ¿Cómo podrían Dios y Su Mensajero tener un pacto con los idólatras [siendo que ellos no dudaron en combatirlos]? Pero si aquellos con quienes ustedes pactaron anteriormente junto a la Mezquita Sagrada [en La Meca] cumplen lo pactado, cúmplanlo ustedes también. Dios ama a los piadosos [que respetan los pactos].

8. ¿Cómo [podría tenerse un pacto con ellos siendo que] si obtuvieran una victoria sobre ustedes no tendrían compasión ni respetarían lazo familiar? Quieren agradarlos con sus palabras, pero sus corazones los rechazan. La mayoría de ellos son perversos.

11. Pero si se arrepienten[1], cumplen con la oración prescrita y pagan el zakat, entonces [perdónenlos y sepan que ahora] son sus hermanos en la religión. Así es como explico detalladamente los preceptos a quienes los comprenden.

14. Combátanlos, pues Dios los castigará a través de sus manos, los humillará, concederá a ustedes el triunfo sobre ellos y curará así los pechos de los creyentes,

17. No es propio que los idólatras construyan y mantengan las mezquitas de Dios[1], cuando [con sus creencias y acciones] dan testimonio de su incredulidad [en Dios]. Sus obras serán en vano, y sufrirán eternamente en el Infierno.

19. [¡Oh, incrédulos!] ¿Acaso creen que quienes proveen agua a los peregrinos y quienes se encargan del cuidado de la Mezquita Sagrada son equiparables a aquellos que creen en Dios, en el Día del Juicio y luchan por la causa de Dios? Sepan que no pueden equipararse ante Dios. Dios no guía a los opresores.

21. Su Señor les albricia [que serán recompensados] con Su misericordia, Su complacencia, y con jardines donde gozarán de delicias inagotables.

22. Vivirán en ellos por toda la eternidad. Dios les tiene reservada una recompensa grandiosa.

25. [Recuerden que] Dios los socorrió en muchas ocasiones, como el día de [la batalla de] Hunain, cuando ustedes se vanagloriaban de su superioridad numérica, pero de nada les valió y les resultó estrecha la Tierra [para escapar cuando los atacaron los idólatras] a pesar de su vastedad, y huyeron.

26. Pero Dios hizo descender el sosiego sobre Su Mensajero y sobre los creyentes, e hizo descender tropas [de ángeles] que ustedes no pudieron ver y castigó a los que se negaban a creer [con una derrota]. Así es como Dios castiga a los que se niegan a creer.

30. Dicen [algunos] judíos: “‘Uzeir es el hijo de Dios[1]”, y los cristianos dicen: “El Mesías es el hijo de Dios”. Estas son solo palabras [sin fundamento] que salen de sus bocas, asemejándose por ello a los incrédulos que los precedieron. ¡Que Dios los destruya! ¡Cómo pueden ser tan desviados!

31. Tomaron [los judíos] a sus rabinos y [los cristianos] a sus monjes y al Mesías, hijo de María, por divinidades[1] en lugar de Dios. Pero solo se les había ordenado [en la Torá y el Evangelio] adorar a Dios, la única divinidad. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. ¡Glorificado sea! ¡Cómo pueden dedicar actos de adoración a otros!

33. Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión verdadera para que llegue a prevalecer sobre toda religión [falsa], aunque esto disguste a los idólatras.

35. El Día del Juicio, lo que atesoraron[1] se tornará incandescente por el fuego del Infierno, y sus frentes, sus costados y sus espaldas serán marcados con ello. [Se les dirá:] “Esto es lo que atesoraron, sufran ahora su castigo”.

37. Cambiar los meses sagrados es acrecentar aún más la incredulidad[1]. Así se extraviaron los que se negaron a creer, unos años lo declaraban [al combate] lícito durante determinados meses, mientras que otros años lo declaraban ilícito [durante esos mismos meses], pero siempre hacían que el número de meses sagrados fuera cuatro para que de esta manera coincidiera con el número de meses que Dios había decretado que fueran sagrados. Declaraban lícito lo que Dios había prohibido. [El demonio] les hizo ver sus malas obras como buenas. Sepan que Dios no guía a la gente que se niega a creer.

39. Si no responden al llamado a combatir los azotará un castigo doloroso, y Dios los sustituirá por otro pueblo [que socorrerá al Profeta y combatirá por Su causa]. Sepan que no perjudicarán a Dios en nada [si se niegan a combatir]. Dios tiene poder sobre todas las cosas.

40. Si no lo socorren [al Mensajero], sepan que Dios [no necesita de ustedes, pues ya] lo auxilió aquella vez que los incrédulos lo expulsaron [de La Meca], cuando estando en la caverna con su compañero [Abu Bakr][1], le dijo: “No te entristezcas, pues Dios está con nosotros”. Entonces, Dios hizo descender Su sosiego sobre él [Abu Bakr], los socorrió con un ejército [de ángeles] que ellos no veían, y dispuso que la palabra de los incrédulos se desvaneciera, y que la palabra de Dios sea la que prevalezca. Dios es Poderoso, Sabio.

42. Si hubiera sido por algo mundano fácil de conseguir o un viaje breve, te habrían seguido, pero la distancia [en la batalla de Tabuk] era muy larga [y por ello se negaron a salir a combatir]. Juraron por Dios que si hubieran podido, habrían salido con ustedes. Se destruyeron a sí mismos [con sus excusas falsas], pero Dios sabe que mienten.

43. ¡Que Dios te disculpe [¡Oh, Mujámmad!]! ¿Por qué los has eximido sin antes corroborar quiénes decían la verdad y quiénes estaban mintiendo?

44. En cambio, aquellos que creen en Dios y en el Día del Juicio no se excusan para que los eximas de la obligación de contribuir con sus bienes materiales y combatir. Dios sabe bien quiénes son los piadosos.

46. Si [los hipócritas] hubieran querido realmente combatir, se habrían preparado para tal fin; pero Dios no quiso que salieran [con ustedes] y les infundió desgano, y se les dijo: “Permanezcan con quienes se quedan [por estar verdaderamente eximidos]”.

48. Ya antes pretendieron sembrar la sedición [cuando arribaste a Medina, ¡Oh, Mujámmad!] creando conflictos [entre los creyentes], hasta que la verdad fue revelada y se hizo manifiesta la voluntad de Dios, a pesar de que ellos lo detestaban.

49. Entre los hipócritas hubo quien te dijo: “[¡Oh, Mujámmad!] Permíteme quedarme y no me expongas a la tentación”[1]. ¿Acaso no cayeron en la tentación [del demonio al negarse a combatir]? El Infierno rodeará a los que se niegan a creer.

51. Diles [¡Oh, Mujámmad!]: “Solo nos sucede lo que Dios decretó para nosotros. Él es nuestro Guardián , y a Dios se encomiendan los creyentes”.

53. Diles: “[¡Oh, hipócritas!] Lo que donen, de buena voluntad o por compromiso, no les será aceptado, porque son gente perversa”.

57. Si encontraran un refugio, una caverna o algún escondite, se dirigirían hacia allí presurosamente [para ocultarse y no combatir].

58. De entre ellos[1] hay quienes te critican por cómo repartes las caridades [¡Oh, Mujámmad!]. Si les das de ellas [todo lo que pretenden] quedan satisfechos, pero si no lo haces se molestan.

59. [Sería mejor para ellos] que se conformaran con el reparto de Dios y Su Mensajero, y dijeran: “Nos basta con Dios, y Dios nos concederá de Su favor y [repartirá entre nosotros] Su Mensajero. De Dios anhelamos que nos conceda bendiciones”.

60. El zakat debe ser distribuido entre los pobres[1], los necesitados[2], los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos de los que se desea ganar sus corazones[3], la liberación de los prisioneros[4], los endeudados[5], la causa de Dios[6] y el viajero insolvente[7]. Esto es un deber prescrito por Dios, y Dios lo sabe todo, es Sabio.

61. Entre ellos hay [hipócritas] quienes critican al Profeta y dicen: “Escucha todo lo que le dicen”, pero ello es para su bien. Él[1] cree en Dios, confía en [la palabra de] los creyentes y es una misericordia para quienes de ustedes [realmente] han llegado a creer. Quienes calumnien al Mensajero de Dios recibirán un castigo doloroso.

62. [Un grupo de hipócritas] les juran por Dios con el fin de que ustedes se complazcan con ellos[1]. Pero es de Dios y Su Mensajero de quienes deberían buscar su complacencia, si realmente fueran creyentes.

64. Los hipócritas temían que un capítulo [del Corán] como este fuera revelado y pusiera en evidencia lo que [realmente] hay en sus corazones. Diles [¡Oh, Mujámmad!]: “Búrlense [de la religión], que Dios pondrá al descubierto lo que tanto temen”.

66. No se excusen, han demostrado ahora su incredulidad a pesar de haber expresado su testimonio de fe anteriormente”[1]. Perdonaré a un grupo de ustedes[2], pero castigaré a otro grupo por haber sido transgresor.

68. Dios ha prometido a los hipócritas, a las hipócritas y a los que se niegan a creer que serán castigados con el fuego del Infierno donde sufrirán eternamente; eso será suficiente [castigo] para ellos. Dios los maldecirá y recibirán un castigo incesante.

70. ¿Acaso no les fueron relatadas las historias de otros pueblos del pasado, como el pueblo de Noé, ‘Ad, Zamud, el pueblo de Abraham, la gente de Madián y las dos ciudades que fueron destruidas[1]? Se les presentaron sus Mensajeros con las pruebas evidentes [pero los rechazaron]. Dios no fue injusto con ellos [al castigarlos], sino que ellos fueron injustos consigo mismos.

74. [Los hipócritas] juran por Dios que no dijeron nada [en contra de la religión de Dios y de Su Mensajero], y he aquí que sí dijeron palabras que evidenciaban su incredulidad, y así renegaron después de haber aceptado el Islam [exteriormente]. También se complotaron para algo que finalmente no pudieron conseguir[1]. ¡Y nada pueden objetar [a la Fe] excepto que Dios los ha enriquecido y [ha hecho que] Su Mensajero [los enriquezca] de Su favor! Mejor sería que se arrepintieran, porque si no lo hacen, Dios les infligirá un castigo doloroso en esta vida y en la otra, y no tendrán en la Tierra protector ni defensor alguno.

76. Pero cuando Dios los bendijo con bienes materiales, se mostraron avaros y le dieron la espalda[1] con desdén.

77. Dios les infundió la hipocresía en sus corazones, que perdurará hasta el día en que se encontrarán con Él. Eso fue por no cumplir su promesa con Dios y por haber mentido.

79. Ellos critican a los creyentes que hacen obras voluntarias dando donaciones generosas[1], y se burlan también de quienes no encuentran qué dar, salvo con un gran esfuerzo[2]. Dios los pondrá a ellos en ridículo y recibirán un castigo doloroso.

81. Los que no participaron [en la batalla de Tabuk] se alegraron por rezagarse contrariando las órdenes del Mensajero. Se negaron a contribuir y luchar por la causa de Dios, y dijeron: “No marchen [a combatir] con este calor”. Diles [¡Oh, Mujámmad!]: “El calor del fuego del Infierno es más intenso aún”. Si comprendieran.

82. Que rían un poco [en este mundo], porque llorarán mucho [en el Infierno] como retribución por lo que cometieron.

83. Si Dios te trae nuevamente [luego de la batalla de Tabuk] ante un grupo de ellos [los hipócritas], y ellos te piden permiso para salir a combatir [en otra batalla], diles: “No marcharán ni combatirán conmigo contra un enemigo jamás, porque se complacieron en rezagarse la primera vez; quédense entonces con los que se rezagan”.

86. Cuando es revelado un capítulo [del Corán] en el que se les ordena creer en Dios y combatir junto al Mensajero, los que están en condiciones de ir se excusan diciéndote: “Permítenos quedarnos con los eximidos”.

90. Se presentaron algunos beduinos [ante ti, ¡Oh, Mujámmad!] pidiéndote permiso para no ir a luchar sin excusa válida, pero los [hipócritas] que mintieron a Dios y a Su Mensajero se quedaron sin excusarse siquiera. A estos incrédulos Dios les infligirá un castigo doloroso.

91. Los débiles, los enfermos y los que carecen de recursos no tienen nada que reprocharse por no poder salir [a combatir], si son sinceros con Dios y Su Mensajero. A los que hacen el bien no hay motivo para censurarlos si en algún momento no pueden hacerlo. Dios es Absolvedor, Misericordioso.

92. Tampoco deben ser reprochados aquellos que cuando se presentaron ante ti [¡Oh, Mujámmad!] para que les proveyeras de montura [y así poder combatir por la causa de Dios], les informaste que no contabas con ninguna cabalgadura para ellos, y entonces se retiraron con los ojos inundados de lágrimas, tristes por no poder contribuir [a la causa de Dios].

93. Los que deben ser censurados son aquellos [hipócritas] que te pidieron permiso para rezagarse [sin excusa válida y no contribuyeron ni siquiera con sus bienes materiales] a pesar de ser ricos. Ellos prefirieron quedarse con los eximidos, y por ello Dios bloqueó sus corazones y no pueden discernir.

94. Pretendieron excusarse cuando ustedes regresaron a ellos [de la batalla]; ahora diles [¡Oh, Mujámmad!]: “No se excusen, pues no les creeremos, Dios ya nos informó sobre ustedes”. Dios y luego Su Mensajero observarán lo que hacen [y ello dejará al descubierto si son sinceros o no], finalmente comparecerán ante el Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, que les revelará lo que solían hacer.

95. Cuando ustedes retornaron [después de la batalla], ellos les juraron por Dios [que no pudieron acompañarlos] para que los excusaran; pero apártense de ellos, pues son gente repugnante. En pago por cuanto cometieron, su morada será el Infierno.

97. Algunos beduinos son más incrédulos e hipócritas [que los habitantes de las ciudades], y es más probable que no conozcan los preceptos que Dios reveló a Su Mensajero. Dios todo lo sabe, es Sabio.

98. Entre los beduinos hay quienes consideran que toda donación es una pérdida, y esperan que ustedes sean azotados por un infortunio [para librarse de tener que hacer una contribución]. ¡Que los azote a ellos un infortunio! Dios todo lo oye, todo lo sabe.

100. Dios se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], se complace con aquellos que los socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras], y todos ellos se complacen con Dios. Él les ha reservado jardines por donde corren ríos, donde morarán por toda la eternidad. Ese es el gran éxito.

101. Entre la gente de Medina y los beduinos que habitan a su alrededor hay hipócritas. Estos persisten en la hipocresía, tú no los conoces [¡Oh, Mujámmad!], pero Yo sí los conozco. Los castigaré dos veces [una en esta vida con adversidades y la otra en la tumba], luego [el Día del Juicio] sufrirán un terrible castigo.

102. Otros, en cambio, reconocen sus pecados [y se arrepienten], pues realizaron obras malas que empañaron sus obras buenas. A estos Dios les aceptará su arrepentimiento, porque Dios es Absolvedor, Misericordioso.

103. [¡Oh, Mujámmad!] Toma una parte de sus bienes materiales [como zakat] para expurgarles [con ello sus pecados] y purificarlos [de la avaricia], y ruega por ellos, que tus súplicas les transmiten paz. Dios todo lo oye, todo lo sabe.

105. Diles [¡Oh, Mujámmad!, a los hipócritas]: “Obren como quieran, pero sepan que Dios, Su Mensajero y los creyentes verán sus obras”. Luego comparecerán ante el Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, y Él les informará lo que cometieron.

107. Quienes [de los hipócritas] construyeron una mezquita para hacer daño, difundir la incredulidad, sembrar la discordia entre los creyentes[1] y dar refugio a quienes combaten a Dios y a Su Mensajero, desde hace tiempo juran que la construyeron para hacer un acto de beneficencia, pero Dios atestigua que mienten.

117. Dios perdonó al Profeta, a los creyentes que habían emigrado y a quienes los socorrieron, cuando lo siguieron en los momentos difíciles [de la expedición a Tabuk], y aceptó el arrepentimiento de aquellos cuyos corazones estuvieron a punto de desviarse [al ausentarse de la expedición]. Él es Compasivo y Misericordioso con Sus siervos.

118. También aceptó el arrepentimiento de los tres que se rezagaron [de la expedición]. A estos les resultó estrecha la Tierra a pesar de su vastedad [por la vergüenza que sentían], estaban acongojados y finalmente comprendieron que no tenían más refugio que Dios. Luego [de un tiempo] Él les aceptó su arrepentimiento para que regresaran [a Dios]. Dios es el Indulgente, el Misericordioso.

125. En cambio, a aquellos cuyos corazones están enfermos [de hipocresía], este [nuevo capítulo] les aumenta maldad a la maldad [espiritual] que ya tienen, y mueren negando la verdad.

127. Cuando un capítulo [del Corán] es revelado, [los hipócritas] se miran entre sí [y susurran]: “¿Acaso alguien puede ver [lo que hay en nuestros corazones]?”, y se alejan. Pero Dios ha alejado sus corazones [de la verdad] porque son gente que no la comprenden.

128. Se les ha presentado un Mensajero de entre ustedes mismos que se apena por sus adversidades, se preocupa y desea que alcancen el bien [e ingresen al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes.

129. [¡Oh, Mujámmad!] Si rechazan [el Mensaje] diles: “Me es suficiente con Dios, no hay otra divinidad salvo Él, a Él me encomiendo y Él es el Señor del Trono grandioso”.