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The Noble Qur'an Encyclopedia

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The Cow [Al-Baqara] - Spanish Translation - Noor International Center

Surah The Cow [Al-Baqara] Ayah 286 Location Madanah Number 2

1. Alif. Lam. Mim[7].

2. He aquí el libro sobre el cual no hay duda y es una guía para quienes temen[8] a Al-lah;

3. esos que creen en el gaib[9], cumplen con el salat[10] (respetando sus horas y sus condiciones) y dan (en caridad) de lo que les hemos proveído;

4. esos que creen en lo que te ha sido revelado a ti (¡oh, Muhammad!) y a los profetas que te precedieron, y creen firmemente en la otra vida.

5. Esos son los que siguen la buena guía de su Señor y esos serán quienes triunfarán (en esta vida y en la otra).

7. Al-lah ha sellado sus corazones y sus oídos (para que no puedan entenderla ni oírla como consecuencia de su incredulidad y arrogancia) y una venda les cubre los ojos. Tendrán un severo castigo.

8. Hay gentes (hipócritas) que dicen: «Creemos en Al-lah y en el Día de la Resurrección», pero, en verdad, no son creyentes.

10. Sus corazones están enfermos (de duda e hipocresía) y, por ello, Al-lah les ha agravado la enfermedad. Y tendrán un doloroso castigo por haber mentido.

15. Al-lah hará que sus burlas recaigan sobre ellos mismos[11] y dejará que persistan en sus transgresiones, extraviados y desorientados.

17. Su situación se asemeja a la de quienes prenden un fuego y, una vez este ilumina cuanto hay a su alrededor, Al-lah les arrebata la luz (a causa de su desvío) y los deja en la oscuridad, sin ver.

18. Están sordos, mudos y ciegos (ante la verdad) y no podrán regresar (al buen camino).

19. O se asemeja a (la de quienes se hallan bajo) una tormenta cargada de tinieblas, truenos y relámpagos; se tapan los oídos con los dedos ante el estampido de los rayos al caer, temiendo la muerte[12]. Así deja Al-lah sin escapatoria a quienes rechazan la verdad.

22. Él es Quien ha hecho para vosotros de la tierra un lugar para que residáis en él, y del cielo, un techo[14] (protector). Y Él es Quien hace descender agua del cielo para que con ella broten frutos para vuestra provisión. Así pues, no adoréis a otros además de a Al-lah equiparándolos con Él, siendo que tenéis conocimiento (de que Él es el único Creador).

23. Y, si tenéis dudas sobre lo que hemos revelado a Nuestro siervo (Muhammad), producid una sura similar[15] en algo a esta y llamad a quienes adoráis en lugar de Al-lah (para que os ayuden), si es verdad lo que decís.

24. Mas, si no lo hacéis —y no podréis hacerlo—, guardaos de un fuego que tiene por combustible a los hombres y a las piedras, y ha sido preparado para quienes rechazan la verdad.

25. Y dales la buena noticia a quienes creen y actúan con rectitud que tienen reservados (en el paraíso) jardines por los cuales corren ríos. Cada vez que se les provea de frutos de dichos jardines, dirán: «Esto se nos había dado como sustento con anterioridad», mas los frutos que se les habían concedido (en la vida terrenal) eran solo parecidos (en la forma). Y allí tendrán esposas purificadas y serán inmortales.

28. ¿Cómo podéis no creer en Al-lah cuando carecíais de vida (antes de nacer) y Él os la dio y os hará morir para resucitaros después, y a Él habréis de regresar?

30. Y (menciona a tu gente, oh, Muhammad) cuando tu Señor dijo a los ángeles: «Voy a establecer en la tierra a generaciones de hombres que se sucederán». Estos dijeron: «¿Vas a poner en ella a quienes la corrompan y derramen sangre mientras que nosotros Te glorificamos con alabanzas y Te santificamos?». (Al-lah)respondió: «Yo sé lo que vosotros ignoráis».

32. Estos respondieron: «¡Gloria a ti! Solo sabemos lo que Tú nos has enseñado. En verdad, Tú eres el Omnisciente, el Sabio».

34. Y (recuérdales, oh, Muhammad) cuando dijimos a los ángeles: «¡Postraos ante Adán![17]»; y se postraron todos salvo Iblis[18], quien se negó, se envaneció y fue de los que se rebelan.

36. Pero el Demonio (Iblis) hizo que desobedecieran y que tuvieran que abandonar las gracias de las que allí disfrutaban. Les dijimos: «¡Descended (del paraíso)! Vuestros descendientes serán enemigos unos de otros. En la tierra dispondréis de morada y de bienes temporales».

37. Después, Adán recibió de su Señor unas palabras (para pedir perdón), y Al-lah lo perdonó. En verdad, Al-lah acepta el arrepentimiento y es Misericordioso.

39. »Pero quienes se nieguen a creer y desmientan Nuestros mandatos[20], esos serán los habitantes del fuego y permanecerán allí eternamente».

40. ¡Oh, hijos de Israel!, recordad las gracias que os he concedido y cumplid vuestras obligaciones para Conmigo a fin de que Yo cumpla Mi compromiso con vosotros; y temedme solo a Mí.

43. Cumplid con el salat, dad el azaque[23] y postraos con quienes se postran (realizando el salat en congregación).

44. ¿Cómo ordenáis a los hombres la virtud mientras que os olvidáis de (cumplirla) vosotros mismos cuando vosotros leéis el Libro (la Torá, la cual censura tal actitud hipócrita)? ¿Acaso no razonáis?

46. esos que tienen certeza de que se encontrarán con su Señor y de que regresarán a Él (para ser juzgados).

51. Y (recordad) cuando citamos a Moisés durante cuarenta noches y, durante su ausencia, tomasteis el becerro (como objeto de adoración) y fuisteis injustos (al adorar fuera de Al-lah lo que no merecía ser adorado).

53. Y (recordad) cuando entregamos a Moisés el Libro (la Torá) que distinguía entre la verdad y la falsedad para que pudierais guiaros.

54. Y (recordad) cuando Moisés dijo a su pueblo: «¡Pueblo mío!, en verdad habéis sido injustos con vosotros mismos al adorar el becerro. Arrepentíos ante vuestro Creador y mataos entre vosotros (de manera que los inocentes maten a quienes cayeron en la idolatría). Esto es mejor para vosotros». Y Él los perdonó[24]. En verdad, Él acepta siempre el arrepentimiento y es Misericordioso.

55. Y (recordad) cuando dijisteis: «¡Moisés!, no creeremos en ti hasta que veamos a Al-lah con claridad». Entonces fuisteis alcanzados por un rayo (que os fulminó) mientras mirabais[25].

57. Y os cubrimos con unas nubes (que os protegían del calor del sol), e hicimos descender sobre vosotros el maná y las codornices, (y os dijimos:) «¡Comed de las cosas buenas de las que os proveemos!», (mas ellos se rebelaron y fueron desagradecidos). Y no Nos[26] perjudicaron (con su desagradecimiento), sino que se perjudicaron a sí mismos.

58. Y (recordad) cuando os dijimos: «Entrad en esta ciudad (Jerusalén) y comed en ella cuanto deseéis, sin límite alguno, pero entrad por su puerta postrándoos humildemente (en agradecimiento por vuestra victoria) y pidiendo Nuestro perdón; y perdonaremos vuestras faltas. Y a quienes obren bien y obedezcan, les concederemos todavía más (favores y una mayor recompensa)».

60. Y (recordad) cuando Moisés suplicó (a su Señor) que enviara agua para su pueblo y le dijimos: «Golpea la roca con tu cayado». Entonces brotaron de ella doce manantiales, y cada grupo de personas supo de cuál beber. (Les dijimos:) «Comed y bebed de la provisión de Al-lah, y no sembréis la corrupción en la tierra».

61. Y (recordad) cuando dijisteis: «¡Moisés!, no soportaremos comer un único alimento por más tiempo. Ruega a tu Señor que haga brotar para nosotros de lo que crece en la tierra: legumbres, pepinos, ajos, lentejas y cebollas». (Moisés) dijo: «¿Cambiaríais lo mejor por lo peor? Id a cualquier ciudad, que allí hallaréis lo que pedís». La humillación y la miseria se abatieron, entonces, sobre ellos e incurrieron en la ira de Al-lah. Eso sucedió porque desmentían las pruebas y evidencias de Al-lah y porque mataban injustamente a los profetas, porque desobedecían (a Al-lah) y porque transgredían los límites.

62. En verdad, los creyentes (de esta comunidad), los judíos, los cristianos, los sabeos y quienes tuvieron fe en Al-lah y en el Día de la Resurrección y obraron rectamente[27] (antes de la aparición de Muhammad) tendrán su recompensa junto a su Señor, y no tendrán nada que temer (en la otra vida) ni se sentirán afligidos.

63. Y (recordad, ¡oh, hijos de Israel!) cuando establecimos un pacto con vosotros (en el que os comprometíais a seguir la Torá) y elevamos sobre vosotros el monte (en señal de amenaza cuando rechazasteis hacerlo, diciendo:) «Aferraos con fuerza a lo que os hemos otorgado (la Torá) y recordad lo que contiene para que podáis ser piadosos».

64. Luego, (a pesar de ello), disteis la espalda (a la Torá); y si no hubiese sido por el favor y la misericordia de Al-lah sobre vosotros, estaríais entre los perdedores (en esta vida y en la otra).

65. Y, en verdad, conocéis (lo que les ocurrió) a quienes de entre vosotros profanaban la ley del sábado[28]. Les dijimos: «Convertíos en unos monos despreciables».

66. E hicimos de ello un castigo ejemplar para sus contemporáneos y para generaciones posteriores y una advertencia para los piadosos.

67. Y (recordad, ¡oh, hijos de Israel!) cuando Moisés dijo a su pueblo: «Al-lah os ordena que degolléis una vaca». Estos replicaron (con arrogancia): «¿Te estás burlando de nosotros?». (Moisés) contestó: «¡Al-lah me libre de estar entre los ignorantes!».

69. Dijeron: «Pide a tu Señor de nuestra parte que nos aclare de qué color debe ser». (Moisés) respondió: «Dice que la vaca debe ser de un amarillo intenso, que alegre la vista de quienes la contemplen».

70. Dijeron: «Pide a tu Señor de nuestra parte que nos aclare qué vaca debe ser, pues, realmente, todas las vacas nos resultan parecidas. Y, en verdad, si Al-lah quiere, estaremos bien guiados».

71. (Moisés) dijo: «Dice que tiene que ser una vaca que no haya estado subyugada para arar la tierra ni para regar los campos; una vaca libre de defectos y sin manchas». Dijeron: «¡Ahora nos traes la verdad!». Y la sacrificaron; pero poco faltó para que no lo hicieran.

72. Y (recordad) cuando matasteis a una persona y discutíais sobre quién la había matado. Entonces, Al-lah reveló lo que ocultabais.

73. Dijimos: «Golpead al muerto con una parte de la vaca[29]». Así es como Al-lah resucita a los muertos y os muestra Sus signos (las pruebas de Su poder) para que reflexionéis.

75. ¿Acaso esperáis (vosotros, musulmanes) que (los judíos) crean en vuestra religión cuando un grupo de ellos escuchaban la Palabra de Al-lah (la Torá) y, a pesar de ello, la distorsionaban a sabiendas tras haberla comprendido?

76. Si (los hipócritas de entre los judíos) se encuentran con los creyentes, dicen: «Creemos (en que Muhammad es un profeta de Al-lah)»; pero si se quedan a solas, se dicen entre ellos: «¿Vais a contarles lo que Al-lah os ha revelado (en la Torá acerca de las características de Muhammad) para que puedan usarlo (el Día del Juicio Final) como argumento contra vosotros ante vuestro Señor? ¿Es que no razonáis?».

78. Entre ellos hay analfabetos que no conocen el contenido del Libro (la Torá), sino que solo conocen falsas historias y no hacen más que conjeturar (siguiendo sus propios deseos y pasiones).

81. ¡No (es como vosotros deseáis)! Quienes obren mal y estén sumidos en el pecado (de la incredulidad o la idolatría), esos serán los habitantes del fuego y allí permanecerán eternamente.

83. Y (recordad) cuando concertamos un pacto con los hijos de Israel (y dijimos): «Adoraréis solamente a Al-lah y trataréis bien a vuestros padres, a vuestros parientes, a los huérfanos y a los pobres. Hablaréis a la gente con buenas palabras; cumpliréis con los rezos y entregaréis caridad». Después, salvo unos pocos de entre vosotros, distes la espalda (a lo que se os ordenaba).

84. Y (recordad) cuando establecimos un pacto con vosotros (y os dijimos): «No derramaréis sangre entre vosotros (sin justificación alguna) ni expulsaréis a vuestra propia gente de sus hogares». Luego lo confirmasteis y fuisteis testigos de ello.

85. Después, vosotros mismos, os matasteis los unos a los otros y expulsasteis de sus hogares a un grupo de los vuestros, aliándoos en su contra (con sus enemigos) en el pecado y la transgresión. Luego, si regresaban a vosotros como prisioneros, pagabais rescates por ellos, a pesar de que habíais sido vosotros mismos quienes los habíais expulsado, aun teniéndolo prohibido. ¿Acaso creéis en una parte del Libro (la Torá) y rechazáis el resto? ¡¿Cuál es el merecido de quienes así actúan de entre vosotros sino la humillación en esta vida?! Y el Día de la Resurrección recibirán el castigo más duro. Y Al-lah no deja pasar por alto lo que hacéis.

87. Y, ciertamente, otorgamos el Libro (la Torá) a Moisés e hicimos que lo sucedieran (otros) mensajeros. Y concedimos a Jesús, hijo de María, claros milagros y lo respaldamos con el ángel Gabriel[31]. ¿Es que teníais que envaneceros cada vez que llegaba a vosotros un mensajero de Al-lah con lo que no deseabais y teníais que desmentir a unos y matar[32] a otros?

88. Y dicen (burlándose): «Nuestros corazones están sellados (y no comprendemos)». ¡No! Más bien, Al-lah los ha expulsado de Su misericordia y los ha privado de todo bien[33] debido a su incredulidad, pues poco es lo que creen[34].

89. Y cuando (los judíos) reciben un Libro proveniente de Al-lah (el Corán) que confirma lo que ya tenían (en sus Escrituras) y les llega lo que reconocían (como la verdad: el profeta Muhammad), lo rechazan, a pesar de que antes habían suplicado ayuda a Al-lah contra los incrédulos (pidiéndole que les enviara al profeta del final de los tiempos). ¡Que Al-lah expulse de Su misericordia a quienes rechazan la verdad!

91. Y si se les dice: «Creed en lo que Al-lah ha revelado (el Corán)», dicen: «Creemos en lo que nos ha sido revelado a nosotros», pero desmienten lo que ha sido revelado después, cuando es la verdad que confirma lo que ya tenían. Diles: «¿Por qué matabais, pues, con anterioridad a los profetas de Al-lah, si erais creyentes?».

92. Y, ciertamente, Moisés os aportó pruebas evidentes (para que creyerais en él). Sin embargo, adorasteis el becerro en su ausencia y fuisteis injustos (al hacerlo).

93. Y (recordad) cuando establecimos con vosotros un pacto y elevamos el monte sobre vuestras cabezas (en señal de amenaza, diciéndoos): «Aferraos con fuerza a lo que os entregamos (la Torá) y escuchad (lo que os decimos). Dijeron: «Hemos escuchado y desobedecemos». Debido a su incredulidad, sus corazones se llenaron de amor por el becerro. Diles: «¡Qué malo es lo que os ordena vuestra fe, si de verdad sois creyentes!».

97. Di (¡oh, Muhammad!) a quien sea enemigo de Gabriel (que se muera de rabia), pues él es quien ha transmitido el Corán a tu corazón por orden[35] de Al-lah, confirmando las Escrituras anteriores, y como guía y buena nueva para los creyentes.

98. Quien sea enemigo de Al-lah, de los ángeles, de los profetas, del ángel Gabriel y del ángel Mikael (Miguel), (que sepa que) Al-lah es enemigo de quienes rechazan la verdad[36].

99. Y, ciertamente, te hemos revelado pruebas evidentes (que demuestran que eres un profeta, ¡oh, Muhammad!); pero solo las desmienten quienes se rebelan (contra Al-lah).

100. ¿Es que cada vez que (los judíos) establecen un pacto, tiene que haber un grupo de ellos que se desentienda de él? Ciertamente, la mayoría de ellos no son creyentes y rechazan la verdad.

102. Y (sin embargo) siguen lo que (falsamente) decían los demonios acerca del reinado de Salomón[37]. No obstante, Salomón no cayó en la incredulidad, sino que fueron los demonios quienes lo hicieron al enseñar la brujería y lo que les fue revelado[38] a los ángeles Harut y Marut en Babilonia. Mas (los ángeles) no enseñaban nada a nadie sin decir antes: «Nosotros somos una prueba (de vuestro Señor), no caigáis en la incredulidad (aprendiendo la magia que os enseñamos)». Y (las gentes) aprendían de ellos a separar a un hombre de su esposa; pero no perjudicaban a nadie sin el consentimiento de Al-lah. Y aprendían aquello que los perjudicaba y no los beneficiaba. Y, en verdad, los (judíos) sabían que quienes aprendían y practicaban la brujería[39] no tendrían su parte de recompensa en la otra vida. ¡Por qué mal precio vendieron sus almas, si supieran!

103. Y si (los judíos) hubiesen creído (en el Profeta y en el Corán) y hubiesen temido a Al-lah, (habrían sabido que) la recompensa junto a Al-lah es mucho mejor (que la brujería y los beneficios que con ella obtenían). ¡Si lo hubiesen sabido!

104. ¡Oh, creyentes!, no digáis «ra’ina[40]» y decid (en su lugar) «undhurna», y escuchad (lo que se os ordena). Y quienes rechacen la verdad tendrán un castigo doloroso.

105. Ni a quienes rechazan la verdad de entre las gentes de las Escrituras (judíos y cristianos) ni a los idólatras les agrada que podáis recibir algún bien por parte de vuestro Señor. Pero Al-lah favorece con Su misericordia a quien quiere. Y Al-lah es dueño del favor inmenso.

106. No revocamos la validez de un precepto ni hacemos que caiga en el olvido sin remplazarlo por otro mejor o similar[41]. ¿Acaso no sabes que Al-lah tiene poder sobre todas las cosas?

108. ¿O acaso queréis pedirle a vuestro mensajero cosas semejantes a lo que (los hijos de Israel) pidieron a Moisés (como poder ver a Al-lah directamente)? Y quien cambie la fe por la incredulidad se habrá extraviado del camino recto.

111. (Quienes recibieron las Escrituras) dicen (respectivamente): «Solo entrarán en el paraíso quienes sean judíos o cristianos». Esos no son sino sus deseos infundados. Diles (¡oh, Muhammad!): «Traed vuestra prueba si sois veraces».

112. ¡No (es como ellos desean)! Quienes se sometan a Al-lah y obren bien obtendrán su recompensa junto a su Señor; y no tendrán nada que temer (en la otra vida) ni se sentirán afligidos.

115. Y a Al-lah pertenece el Oriente y el Occidente (pues a Él pertenece el dominio de toda la tierra). Y en cualquier dirección[42] que os volváis (para rezar), hallaréis el rostro[43] de Al-lah (y Él se encuentra arriba, sobre Su Trono). En verdad, la misericordia y el favor de Al-lah (sobre Sus criaturas) son inmensos y Él tiene conocimiento sobre todas las cosas.

116. Y dicen: «Al-lah ha tomado para Sí un hijo». ¡Glorificado sea, Él es inocente de lo que se Le atribuye! A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra, y todo se somete obedientemente a Él.

119. En verdad, te hemos enviado con la verdad (¡oh, Muhammad!) como anunciador (de la buena noticia del paraíso que les espera a quienes creen en tu mensaje) y como amonestador (del castigo del fuego que les espera a quienes rechazan la verdad). Y no se te preguntará acerca (de la incredulidad) de los habitantes del infierno (pues tu misión es solamente transmitirles el mensaje).

120. Los judíos y los cristianos no estarán (totalmente) satisfechos contigo (¡oh, Muhammad!) hasta que sigas sus creencias. Diles: «La guía de Al-lah es la guía verdadera». Y si tú siguieras sus deseos después del conocimiento que has recibido, no hallarías quién te protegiera de Al-lah ni quién te auxiliara.

121. Aquellos (de entre los judíos y cristianos) a quienes concedimos las Escrituras[44] y las recitan como es debido (legalizando lo que Al-lah ha hecho lícito y prohibiendo lo que Al-lah ha hecho ilícito, sin distorsionar su contenido), esos creen verdaderamente en ellas (y creen en lo que te ha sido relevado a ti, ¡oh, Muhammad!). Y quienes no creen (en lo que te ha sido revelado), esos serán los perdedores.

124. Y (recuerda a los idólatras, ¡oh, Muhammad!) cuando Abraham fue puesto a prueba por su Señor con unas órdenes que él cumplió. Entonces (Al-lah) le dijo: «Haré de ti un guía espiritual para los hombres». (Abraham) preguntó: «¿Y de mis descendientes, también?». (Al-lah) respondió: «Mi pacto no incluye a los injustos (que rechazan la verdad)».

125. Y (recuerda) cuando hicimos de la Kaaba[45] un lugar que los hombres visitan con asiduidad y un refugio seguro para la gente. ¡Tomad (oh, gentes) la roca sobre la que se alzaba Abraham (para construir la Kaaba) como un lugar de culto![46]Y ordenamos a Abraham y a Ismael purificar la Casa (la Kaaba) para aquellos que la circunvalasen (como acto de adoración), para quienes buscaran en ella un lugar de retiro para adorar a Al-lah o para quienes allí rezaran inclinándose y postrándose.

126. Y (recuerda) cuando Abraham dijo: «¡Señor!, haz que esta tierra sea un lugar seguro y provee de frutos a aquellos de entre su gente que crean en Al-lah y en el Día del Juicio Final».(Al-lah) dijo: «Y a quienes rechacen la verdad, los dejaré que disfruten por un tiempo y después los conduciré al tormento del fuego; ¡y qué pésimo destino!».

127. Y (recuerda) cuando Abraham e Ismael levantaban los cimientos de la Kaaba (y rogaban a Al-lah diciendo): «¡Señor!, acepta nuestra obra. En verdad, Tú eres el Oyente (de todas las cosas), el Omnisciente.

128. »¡Señor!, haz que siempre estemos sometidos a Ti y que nuestros descendientes también sean una comunidad sometida a Ti; enséñanos nuestros ritos de adoración y perdónanos. En verdad, Tú eres Quien acepta siempre el arrepentimiento, el Misericordioso.

129. »¡Señor!, y envíales un mensajero de entre ellos que les recite Tus aleyas, les enseñe el Libro (el Corán) y la sabiduría (el entendimiento de la religión), y los purifique. En verdad, Tú eres el Poderoso (que no puede ser vencido), el Sabio».

131. Y cuando su Señor le dijo: «Sométete (haciéndote musulmán)», él contestó: «Me someto al Señor de toda la creación».

132. Y (Abraham) ordenó a sus hijos la sumisión a Al-lah, así como Jacob (diciendo): «¡Hijos míos!, Al-lah ha escogido, en verdad, para vosotros la religión (del islam). No muráis, pues, sino sometidos a Él (como musulmanes)».

134. Aquella comunidad pasó. Ellos obtendrán lo que merezcan y vosotros obtendréis lo que merezcáis. Y no seréis juzgados por lo que ellos hicieron.

135. Y dicen (los judíos y los cristianos respectivamente): «Sed judíos o cristianos para que estéis bien guiados». Diles (¡oh, Muhammad!): «¡No! (Seguimos) la religión de Abraham, quien adoraba exclusivamente a Al-lah alejándose de toda falsedad; y él no era un idólatra».

136. Decid (vosotros, los creyentes): «Creemos en Al-lah y en lo que nos ha revelado, así como en lo que reveló a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las tribus (de Israel); (creemos) en lo que Moisés, Jesús y (todos) los profetas recibieron de su Señor. No hacemos ninguna diferencia entre ellos (los aceptamos a todos por igual) y nos sometemos completamente a Él».

137. Y si (los judíos y los cristianos) creen como habéis creído vosotros, entonces estarán bien guiados; mas, si dan la espalda (a la verdad), entonces estarán en un claro error. Y Al-lah os bastará contra ellos. Y Él es el Oyente (de todas las cosas), el Omnisciente.

138. (Nuestra religión es) la religión de Al-lah[47]. ¿Y qué religión puede ser mejor que la de Al-lah? Y nosotros Lo adoramos solo a Él.

139. Diles (Muhammad, a los judíos y a los cristianos): «¿Nos discutís sobre Al-lah cuando Él es nuestro Señor y el vuestro? Nosotros somos responsables de nuestras acciones y vosotros de las vuestras; y a Él consagramos nuestra religión (nuestras intenciones y nuestras obras)».

142. Los necios de entre la gente (idólatras, hipócritas y judíos) dirán (acerca de los musulmanes): «¿Qué los ha desviado de la alquibla hacia la cual se volvían[48] (para rezar)?». Diles (¡oh, Muhammad!): «A Al-lah pertenecen el Oriente y el Occidente, y guía a quien quiere hacia el camino recto».

143. Y del mismo modo (que os guiamos hacia el camino recto), hemos hecho de vosotros una comunidad justa para que fuerais testigos de los hombres y para que el mensajero (Muhammad) fuera testigo vuestro. E hicimos de la alquibla hacia la cual os volvíais (Jerusalén) una prueba para que se evidenciara quiénes seguían al Mensajero y quiénes le daban la espalda. Y ello (el cambio de alquibla) fue una prueba difícil, salvo para quienes Al-lah había guiado. Y Al-lah no iba a dejar que se perdieran vuestros rezos[49]. En verdad, Al-lah es Compasivo y Misericordioso con los hombres.

144. Ciertamente, hemos visto cómo volvías tu rostro hacia al cielo (¡oh, Muhammad!, suplicando una revelación con la orden de tomar la Kaaba como alquibla); y vamos a hacer que te orientes hacia una alquibla que te satisfaga. Vuelve, pues, tu rostro (para rezar) hacia la Mezquita Sagrada (de La Meca). Y allí donde estéis, volved vuestros rostros hacia dicha dirección. Aquellos a quienes concedimos las Escrituras (los judíos y los cristianos) saben bien que (la orientación hacia la Kaaba para rezar) es la verdad procedente de su Señor. Y Al-lah no deja pasar por alto lo que hacen.

146. (Los sabios de entre) quienes recibieron las Escrituras reconocen (a Muhammad por sus características mencionadas en sus Libros) igual que reconocen a sus hijos. Mas, un grupo de ellos oculta la verdad a sabiendas.

147. (Esta es) la verdad procedente de tu Señor. No seas, pues, de los que dudan[50] (sobre ella).

148. Cada comunidad religiosa dispone de una alquibla hacia la que se orientan (en sus rezos). ¡Competid en las buenas acciones! Dondequiera que estéis, Al-lah os reunirá a todos (el Día de la Resurrección). En verdad, Al-lah es Todopoderoso.

149. Y dondequiera que te encuentres, vuelve tu rostro (para rezar) hacia la Mezquita Sagrada (de La Meca). Ciertamente, esta es la verdad procedente de tu Señor. Y Al-lah no deja pasar por alto lo que hacéis.

150. Y dondequiera que te encuentres, vuelve tu rostro (para rezar) hacia la Mezquita Sagrada (de La Meca). Allí donde os encontréis, volved vuestros rostros en dicha dirección para que nadie pueda argumentar nada en vuestra contra[51], salvo quienes sean injustos (los idólatras). No los temáis, pues, y temedme solo a Mí, para que pueda completar Mis gracias sobre vosotros y para que estéis bien guiados.

151. Y del mismo modo (que os hemos favorecido con una nueva alquibla), os hemos enviado un mensajero de entre vosotros para que os recitara Nuestras aleyas, para que os purificara y para que os enseñara el Libro (el Corán) y la sabiduría (el entendimiento de la religión y la tradición del Profeta), y para que os enseñara lo que no sabíais.

152. Así pues, recordadme (obedeciéndome), y Yo os recordaré (perdonándoos). Sed agradecidos conmigo (obedeciéndome, por los favores que os he concedido) y no Me seáis ingratos (y desobedezcáis).

154. Y no digáis acerca de quienes han caído luchando por la causa de Al-lah que están muertos; están vivos, aunque no lo percibís[52].

155. Y, ciertamente, os pondremos a prueba mediante el miedo, el hambre, pérdidas de bienes y pérdidas de vidas o de frutos. Y anuncia (¡oh, Muhammad!) buenas noticias a quienes sean pacientes;

156. esos que, cuando se ven afectados por una calamidad, dicen: «En verdad, pertenecemos a Al-lah y a Él es nuestro retorno».

158. En verdad, (realizar el recorrido entre las colinas de) As-Safa y AlMaruah[53] es uno de los rituales (de la religión de) Al-lah. Quien realice la peregrinación mayor del hajj a la Kaaba o la peregrinación menor del ‘umrah[54] no comete ningún pecado si efectúa el recorrido entre ellas[55]. Y quien lleve a cabo buenas acciones de manera voluntaria, (que sepa que) Al-lah es Agradecido y Omnisciente.

159. Ciertamente, quienes ocultenlas pruebas (sobre la veracidad de Muhammad) y las directrices que hemos revelado, después de haberlas explicado con claridad a los hombres, serán expulsados de la misericordia de Al-lah; y todas las criaturas suplicarán para que así sea;

160. salvo quienes se arrepientan, rectifiquen y muestren (las pruebas que habían ocultado), pues Yo los perdonaré. Y Yo soy Quien acepta siempre el arrepentimiento, el Misericordioso.

161. Ciertamente, quienes rechacen la verdad y mueran en tal estado, esos serán expulsados de la misericordia de Al-lah; y los ángeles y todos los hombres suplicarán para que así sea.

162. Así permanecerán eternamente (sin obtener la misericordia de Al-lah). No se les mitigará el castigo ni se les concederá ningún respiro.

163. Y vuestro Dios es un Dios Único. Ninguna deidad merece ser adorada salvo Él (Al-lah), el Clemente, el Misericordioso.

165. Y entre los hombres, hay quienes toman como objeto de adoración ídolos a quienes equiparan con Al-lah en vez de adorarlo a Él, y los aman y enaltecen como solo Al-lah merece; pero los creyentes aman a Al-lah por encima de todas las cosas. ¡Ya sabrán los injustos, cuando vean el castigo (del infierno), que todo el poder pertenece a Al-lah y que Él es severo en el castigo!

166. Cuando los que fueron objeto de adoración se desentiendan de sus seguidores y vean el castigo (el Día de la Resurrección), se cortará entre ellos toda relación.

167. Entonces, los seguidores (de las falsas divinidades) dirán: «¡Ojalá tuviéramos otra oportunidad para desentendernos de ellas (en la vida terrenal) del mismo modo que ellas se han desentendido ahora de nosotros!». Así es como Al-lah les hará ver que sus acciones fueron la causa de su perdición, y no saldrán nunca del fuego.

171. El ejemplo de quienes rechazan la verdad se asemeja al (ganado) que solo oye voces y ruidos cuando lo llama el pastor (y no puede comprender lo que este dice)[56]. Están sordos, mudos y ciegos, y no razonan.

173. Ciertamente, (Al-lah) os ha prohibido la carne del animal hallado muerto, la sangre, la carne de cerdo y la carne del animal que haya sido sacrificado en nombre de otro que no sea Al-lah. Mas quien se vea obligado a ingerirlos por necesidad extrema, sin la intención de desobedecer ni de traspasar los límites, no comete ningún pecado. En verdad, Al-lah es Indulgente y Misericordioso.

174. En verdad, quienes ocultan lo que Al-lah ha revelado en las Escrituras (como la descripción del profeta Muhammad) para obtener un mísero beneficio mundanal, esos no ingerirán sino fuego (el cual arderá) en sus entrañas. Y Al-lah no les dirigirá la palabra el Día de la Resurrección ni los purificará (de sus pecados), y sufrirán un castigo doloroso.

175. Esos son quienes han preferido el extravío al buen camino, y el castigo al perdón. (¿Cómo se han atrevido a cometer lo que les conducirá al fuego?) ¡A ver cómo van a soportar el fuego infernal!

176. Y esto ocurrirá porque Al-lah ha revelado el Libro (el Corán) con la verdad (y ellos lo han rechazado). Y quienes se oponen al Libro se hallan lejos de la verdad en su discrepancia.

177. La piedad no consiste solamente en volver el rostro hacia oriente u occidente (para realizar el salat), sino que consiste en creer en Al-lah, en el Día de la Resurrección, en los ángeles, en los Libros revelados y en los profetas. Consiste en superar el apego que se siente hacia las riquezas y dar parte de estas a los parientes, a los huérfanos, a los pobres, a los viajeros (que carecen de medios), a los mendigos y a los esclavos que desean comprar su libertad. Consiste en cumplir con el salat, en entregar el azaque, en respetar los pactos tras establecerlos, en tener paciencia ante la pobreza, la enfermedad y los momentos difíciles de lucha. (Quienes cumplen con ello), esos son los veraces, y esos son los piadosos.

178. ¡Oh, creyentes!, se os prescribe la ley del talión en caso de asesinato: el hombre libre por el hombre libre, el esclavo por el esclavo, la mujer por la mujer[57]. Mas si el asesino es perdonado por el hermano (o parientes cercanos) de la víctima (a cambio de una compensación económica), que (ambas partes) actúen según lo reconocido y de buena manera (de tal forma que los familiares de la víctima pidan la indemnización sin violencia, y que el asesino la entregue lo antes posible y de manera honrosa). Este perdón junto con la indemnización son un alivio de vuestro Señor y una muestra de Su misericordia[58]. Y quien traspase los límites tras la aplicación de esta ley recibirá un castigo doloroso.

179. Y con la aplicación del talión tenéis (una manera de proteger la) vida[59], ¡oh, hombres de buen juicio!, para que podáis adquirir temor de Al-lah (y os abstengáis, así, de matar y de todo lo que Él prohíbe).

180. Se os ha prescrito que cuando se os presente la muerte y dejéis bienes, el testamento debe ser a favor de vuestros padres y parientes[60], según lo razonable y justo. Este es un deber para los piadosos.

182. Pero si alguien teme que el testador haya cometido una injusticia y logra un acuerdo entre los herederos, no cometerá ningún pecado. En verdad, Al-lah es Indulgente y Misericordioso.

184. (Ayunad) durante unos días determinados (el mes de ramadán). Pero si uno de vosotros está enfermo o de viaje (y no ayuna), deberá compensar esos días ayunándolos más tarde. Y aquellos a quienes el ayuno les suponga una gran dificultad (y no ayunen, como el anciano o el enfermo crónico que no espera restablecerse), tendrán que alimentar a un pobre por día no ayunado como compensación. Y si alguien es generoso de manera voluntaria (en la compensación), será mejor para él; pero ayunar es mejor (que no hacerlo y compensarlo alimentando a los pobres), si supierais.

185. El mes de ramadán (es el mes) en que descendió el Corán como guía para los hombres con pruebas claras para guiarlos y hacerles discernir entre la verdad y la falsedad. Aquellos de vosotros que presencien el mes (y no estén de viaje) deben ayunarlo; y quien esté enfermo o de viaje (y no ayune) que compense los días no ayunados más tarde. Al-lah quiere hacéroslo fácil y no difícil, pero quiere que completéis los días de ayuno y que (al finalizar el mes de ramadán) proclaméis la grandeza de Al-lah por haberos guiado, y para que podáis ser agradecidos.

187. Se os permiten las relaciones íntimas con vuestras esposas durante las noches del mes de ayuno. Ellas son un refugio[62] para vosotros y vosotros, un refugio para ellas. Al-lah sabe que os traicionabais a vosotros mismos (porque os uníais a ellas por las noches cuando lo teníais prohibido con anterioridad). Pero Al-lah ha aceptado vuestro arrepentimiento y os ha perdonado. Ahora podéis mantener relaciones íntimas con ellas y buscar lo que Al-lah ha decretado para vosotros[63].Y comed y bebed hasta que el primer destello del alba rompa la noche. Después continuad el ayuno hasta el anochecer. Pero no os unáis a vuestras esposas si estáis retirados en las mezquitas para adorar a Al-lah[64]. Estas son las leyes que Al-lah establece; no las quebrantéis, pues. Así es como Al-lah aclara Sus mandatos a los hombres para que puedan ser piadosos.

189. Te preguntan acerca de las lunas crecientes (¡oh, Muhammad!). Diles: «Son señales para que los hombres puedan calcular el tiempo y la fecha de la peregrinación del hajj». Y la piedad no consiste en entrar en las casas por detrás[65], sino que consiste en temer a Al-lah (alejándose de lo que Él prohíbe y obedeciendo Sus mandatos). Entrad, pues, en las casas por sus puertas. Y temed a Al-lah para que podáis triunfar.

190. Y luchad por la causa de Al-lah contra los que os combaten, mas no traspaséis los límites[66](ni seáis los primeros en atacar). En verdad, Al-lah no ama a los transgresores.

191. Y matad (a quienes os atacan a vosotros y a vuestra religión) allí donde los encontréis y expulsadlos de donde os expulsaron (la ciudad de La Meca). La idolatría y el hecho de que os aparten del islam es más grave que matarlos. Mas no luchéis en la Mezquita Sagrada a menos que os ataquen allí; y si os atacan, matadlos. Tal es el castigo de quienes rechazan la verdad.

192. Pero si cesan (en su incredulidad y dejan de atacaros), en verdad, Al-lah es Indulgente y Misericordioso.

193. Y combatidles hasta que no haya más persecución contra la religión y no se adore más que a Al-lah. Mas si cesan (en su hostigamiento), que no haya hostilidad contra ellos, salvo con los injustos que continúen atacándoos y negando la verdad.

195. Y contribuid (con vuestros bienes) a la causa de Al-lah y no causéis vuestra propia destrucción (no contribuyendo a ella ni luchando por ella). Y obrad el bien; en verdad, Al-lah ama a los bienhechores.

196. Y realizad las peregrinaciones del hajj y del ‘umrah sinceramente por Al-lah. Pero si algo os impidiera completarlas (tras haber manifestado vuestra intención de hacerlo), sacrificad el animal que podáis (un camello, una vaca, una cabra o una oveja) como ofrenda. No os afeitéis la cabeza (acción que se lleva a cabo para poner fin al estado de consagración[68] con el que deben realizarse ambas peregrinaciones) hasta que el animal llegue al lugar del sacrificio. Y si uno de vosotros estuviera enfermo o padeciera un problema en el cuero cabelludo (y, por ello, tuviese que rasurarse antes la cabeza), que compense (el haberse afeitado antes de tiempo) con (tres) días de ayuno o bien con comida para (seis) pobres o bien con el sacrificio de un animal (un camello, una vaca, una cabra o una oveja). Y cuando os sintáis seguros y podáis completar los ritos sin temor, aquel que realice la peregrinación del ‘umrah y del hajj (con una interrupción entre ambas peregrinaciones) que sacrifique el animal que pueda (de entre los mencionados anteriormente) como ofrenda; y quien no tenga los medios para hacerlo que ayune tres días durante la peregrinación y siete a su regreso: diez días en total. Esta (combinación de las dos peregrinaciones con la debida ofrenda o el ayuno correspondiente) es para el peregrino que no habita en las proximidades de la Mezquita Sagrada. Temed a Al-lah y sabed que Su castigo es severo.

197. La peregrinación del hajj debe realizarse en unos meses consabidos[69]. Quien tenga la intención de realizar la peregrinación del hajj (y entre en el estado de consagración previo para efectuarla) deberá abstenerse de mantener relaciones íntimas (con su cónyuge) y deberá evitar todo aquello que pueda conducir a ellas; deberá abstenerse de pecar y de entrar en disputas mientras dure la peregrinación. Y todo bien que hagáis será del conocimiento de Al-lah. Y aprovisionaos para realizarla, aunque la mejor provisión es la piedad y el temor de Al-lah. ¡Y temedme a Mí, hombres de buen juicio!

198. No cometéis pecado alguno si buscáis el favor de vuestro Señor (a través de transacciones comerciales durante la peregrinación). Pero cuando dejéis Arafat[70], recordad a Al-lah invocándolo y glorificándolo en Muzdalifah. Y recordadle dándole las gracias por haberos guiado, pues antes estabais extraviados.

200. Y cuando hayáis completado vuestros ritos, recordad a Al-lah ensalzándolo de una manera similar a como recordáis y exaltáis a vuestros antepasados (con orgullo), pero hacedlo aún con más fuerza. Hay gentes que dicen: «¡Señor, concédenos prosperidad en esta vida!», pero esos no recibirán su parte en la otra (porque solo se preocuparon por la vida mundanal y descuidaron la eterna).

202. Esos recibirán su parte por lo que sus buenas acciones merezcan. Y Al-lah es rápido en la retribución de Su recompensa.

203. Y recordad a Al-lah durante unos días determinados[71]. Quien se apresure (y abandone Mina) tras dos días no comete ninguna falta, como tampoco comete falta alguna quien permanezca (un día) más, siempre y cuando tema a Al-lah. Y temed a Al-lah y sabed que seréis reunidos ante Él (para ser juzgados).

204. Entre los hombres hay quien sus palabras sobre la vida mundanal te causan admiración (¡oh, Muhammad!), y pone a Al-lah como testigo de lo que hay en su corazón; sin embargo, es un enemigo de lo más discutidor.

206. Y si se le dice: «Teme a Al-lah», se deja llevar por la arrogancia para pecar más. El infierno le bastará; ¡y qué pésimo lugar para permanecer en él!

207. (Por otro lado) hay hombres que darían su vida buscando la complacencia de Al-lah (obedeciéndolo); y Al-lah es Compasivo con Sus siervos.

210. ¿Acaso esperan (quienes se empecinan en negar la verdad) a que Al-lah aparezca en la sombra de unas nubes junto con los ángeles para juzgarlos (el Día de la Retribución) a sabiendas de que será demasiado tarde (para creer)? Y a Al-lah regresarán todos los asuntos (para que Él decida sobre ellos).

211. Pregúntales a los hijos de Israel cuántas pruebas claras (de la verdad) les concedimos. Y quien cambie el favor de Al-lah tras haberlo recibido, (renunciando al islam y adoptando la incredulidad, que sepa que) en verdad, Al-lah es severo en el castigo.

213. Los hombres formaban al principio una sola comunidad creyente (mas discreparon y se separaron). Y Al-lah les envió profetas con la buena nueva (del paraíso que les esperaba a quienes obedecieran a Al-lah) y que les advertían (sobre el castigo del fuego que les esperaba a quienes Le desobedecieran), y les envió también Escrituras que contenían la verdad para que juzgaran entre los hombres los asuntos sobre los que diferían. Y solo discreparon, por rivalidad entre ellos, quienes habían recibido las Escrituras tras habérseles mostrado la verdad con claras pruebas. Y Al-lah, mediante Su favor, guio a quienes creyeron de entre ellos hacia la verdad sobre la que discrepaban. Y Al-lah guía a quien quiere hacia el camino recto.

214. ¿O acaso pensasteis que entraríais en el paraíso sin pasar por (las pruebas) que pasaron quienes os precedieron? Sufrieron pobreza y enfermedades, y fueron sacudidos (por desgracias) hasta el punto que el mensajero y los creyentes que le seguían preguntaban: «¿Cuándo llegará el auxilio de Al-lah?». En verdad, el auxilio de Al-lah está cerca (de los creyentes).

215. Te preguntan (¡oh, Muhammad!) qué deben dar en caridad y a quién. Diles: «Dad (cualquier cosa buena y lícita que podáis) a vuestros padres, a los parientes, a los huérfanos, a los pobres y a los viajeros (sin medios). Y todo bien que hagáis es del conocimiento de Al-lah».

216. Se os ha prescrito combatir (a quienes rechazan la verdad), aunque ello os disgusta; mas, puede ser que os disguste algo que sea beneficioso para vosotros y puede ser que os agrade algo que sea perjudicial para vosotros. Al-lah sabe, mientras que vosotros no sabéis.

217. Te preguntan (¡oh, Muhammad!) acerca de combatir durante los (cuatro) meses sagrados. Diles: «Combatir en ellos es un pecado grave, pero es más grave para Al-lah impedir que los hombres sigan Su camino y no creer en Él, así como imposibilitar el acceso a la Mezquita Sagrada (de La Meca) y expulsar de ella a sus habitantes. Y la persecución de los creyentes es peor que matarlos. Y no cesarán de combatiros hasta lograr, si pueden, que reneguéis de vuestra religión (el islam). Y quienes renieguen de ella y mueran en tal estado de incredulidad verán invalidadas todas sus buenas acciones en esta vida y en la otra, y serán los habitantes del fuego donde permanecerán eternamente.

219. Te preguntan (¡oh, Muhammad!) acerca de las bebidas alcohólicas y los juegos de azar. Diles: «En ambos hay un gran pecado y (algunos) beneficios para los hombres, más el pecado que conllevan es mayor que sus beneficios[72]». Y te preguntan cuánto deben dar en caridad. Diles: «Lo que os sobre una vez cubiertas vuestras necesidades». Así es como Al-lah os aclara Sus mandatos para que podáis reflexionar.

220. (Para que podáis reflexionar) sobre esta vida y sobre la otra. Y te preguntan acerca de los huérfanos (que están bajo su responsabilidad). Diles: «Lo mejor es que veléis por sus intereses. Y si mezcláis (sus bienes y provisiones) con los vuestros (no cometéis pecado alguno), pues ellos son vuestros hermanos (en la religión). Al-lah sabe bien quién es un corruptor y quién, un benefactor. Y si Al-lah hubiese querido, os habría puesto dificultades (no permitiéndoos mezclarlos). En verdad, Al-lah es Poderoso y Sabio.

221. Y no os caséis con las mujeres idólatras hasta que crean (y renuncien a su idolatría); una esclava creyente es mejor que una idólatra, aunque esta sea de vuestro agrado. Y no deis (a vuestras hijas) en matrimonio a los hombres idólatras hasta que estos crean; un esclavo creyente es mejor que un idólatra, aunque este sea de vuestro agrado. Estos invitan al fuego (debido a su idolatría), mientras que Al-lah invita, con Su gracia, al paraíso y al perdón. Y (así) aclara Sus mandatos a los hombres para que los recuerden (y aprendan de la exhortación).

222. Y te preguntan (¡oh, Muhammad!) acerca de la menstruación. Diles: «Es algo impuro, así que alejaos de (mantener relaciones íntimas con) vuestras mujeres durante sus periodos hasta que estén limpias. Y cuando se hayan purificado (con un baño completo o gusul) uníos a ellas como Al-lah os ordena[73]. En verdad, Al-lah ama a quienes se vuelven constantemente a Él en arrepentimiento y a quienes se purifican.

223. Vuestras mujeres son un campo de siembra[74] para vosotros; id, pues, a vuestro campo como y cuando os plazca y obrad rectamente[75] (evitando lo que Al-lah os ha prohibido). Temed a Al-lah y sabed que compareceréis ante Él. Y da la buena noticia (del paraíso) a los creyentes (que obedecen a Al-lah y que se abstienen de lo que Él prohíbe, ¡oh, Muhammad!).

224. Y no hagáis de vuestros juramentos por Al-lah un pretexto para no hacer el bien, para no obrar justamente o para no reconciliar a los hombres, porque así lo habéis jurado. Y Al-lah todo lo oye y todo lo sabe.

225. Al-lah no os pedirá cuentas de lo que juréis sin intención (de manera impulsiva), pero sí os pedirá cuentas de lo que juréis deliberadamente desde el corazón. Y Al-lah es Indulgente y Tolerante.

226. Quienes juren que no mantendrán relaciones íntimas con sus esposas (en una disputa conyugal) tendrán hasta cuatro de meses de plazo[76] (para cumplir su juramento). Si después (de cumplido el plazo) regresan[77] con sus esposas (y continúan su relación con normalidad), entonces Al-lah es Indulgente y Misericordioso.

227. Mas si deciden el divorcio, (deben saber que) Al-lah todo lo oye y todo lo sabe.

228. Las mujeres divorciadas deberán guardar un tiempo de espera de tres menstruaciones (antes de volver a casarse). Durante ese tiempo no les está permitido ocultar lo que Al-lah ha creado en sus vientres (si están embarazadas), si de verdad creen en Al-lah y en el Día de la Resurrección. Y sus esposos tienen pleno derecho a volver con ellas durante dicho periodo, si deciden la reconciliación. Ellas tienen sobre ellos derechos similares a los que ellos tienen sobre ellas, según lo reconocido; pero ellos están un grado por encima de ellas[78]. Y Al-lah es Poderoso y Sabio.

229. El divorcio (de la misma mujer) podrá ser (revocado) dos veces. Luego deberá tomarla nuevamente por esposa y tratarla bien o deberá dejarla libre de buena manera. No os está permitido tomar nada de los bienes que les disteis a ellas como maher[79] (al casaros), salvo si ambas partes temen no cumplir las leyes que Al-lah establece. Si teméis que no se respeten dichas leyes, ninguno incurrirá en falta si ella decide darle parte (para obtener el divorcio). Estas son las leyes de Al-lah, no las quebrantéis, pues. Quienes lo hagan, esos serán los injustos.

230. Si después la divorcia (por tercera vez), no podrá volver a desposarla hasta que ella se haya casado con otro hombre y este, a su vez, la divorcie; en ese caso, ninguno incurrirá en pecado si la mujer regresa con su anterior marido, si creen poder respetar las leyes que Al-lah establece. Estas son las leyes de Al-lah que Él mismo aclara a las gentes de conocimiento.

231. Y cuando divorciéis a vuestras mujeres y su tiempo de espera esté próximo a expirar, o bien las retenéis y las tratáis con benevolencia, o bien las dejáis libres de buena manera (una vez finalizado el plazo). Pero no las retengáis a la fuerza para perjudicarlas. Y quien lo haga habrá sido injusto consigo mismo (por haber desobedecido a Al-lah). No os burléis de los mandatos de Al-lah y recordad las gracias que os ha concedido, así como el Libro (el Corán) y la sabiduría (el entendimiento de la religión y la tradición del Profeta) que os ha otorgado y con los que os exhorta. Temed a Al-lah y sabed que Él tiene conocimiento sobre todas las cosas.

232. Y una vez hayáis divorciado a vuestras mujeres (por primera o segunda vez) y estas hayan cumplido su tiempo de espera, que (los familiares de ellas) no les impidan casarse de nuevo con quienes eran sus esposos si ambos llegan a un acuerdo de manera razonable. Con esto se exhorta a quienes de vosotros creen en Al-lah y en el Día de la Resurrección. Esto es más apropiado y más puro para vosotros. Y Al-lah sabe, mientras que vosotros no sabéis.

233. Y las madres divorciadas que quieran completar el tiempo de lactancia amamantarán a sus hijos durante dos años completos. Al padre le corresponderá la manutención y la vestimenta de la madre según sus recursos. A nadie se le exige por encima de sus posibilidades. Ni la madre ni el padre deberán verse perjudicados por causa del hijo. Y la misma obligación (la de la manutención de la madre y el no perjudicarla) recaerá sobre el heredero del padre (o bien sobre sus familiares más cercanos en la ausencia de este). Y si ambos progenitores deciden destetar al niño de mutuo acuerdo, tras consultarlo entre ellos, no cometen ninguna falta. Y si deseáis que otra mujer amamante a vuestro hijo, no incurrís en pecado si concedéis (a la madre sus derechos acordados por haberse hecho cago del niño con anterioridad) y pagáis (a la nodriza) según lo acordado. Y temed a Al-lah y sabed que Él ve todo lo que hacéis.

234. Las viudas deberán aguardar un plazo de espera de cuatro meses y diez días (antes de volver a embellecerse y a casarse). Una vez terminado el plazo, vosotros (sus familiares y custodios), no incurrís en falta alguna por lo que ellas dispongan de sí mismas (con respecto a volver a adornarse y a comprometerse) de manera razonable (si respetan la ley de Al-lah). Y Al-lah está bien informado de lo que hacéis.

235. No cometéis ninguna falta si les dejáis entrever (antes de que finalice su plazo de espera) vuestra intención de casaros con ellas o si la ocultáis en vuestro interior; Al-lah sabe que pensaréis en ellas. Pero noos comprometáis con ellas en secreto, sino habladles de manera honorable (insinuándoles indirectamente vuestra intención o comunicándosela a sus familiares). Y no formalicéis el contrato de matrimonio hasta que haya concluido el plazo de espera. Sabed que Al-lah conoce lo que escondéis en vuestro interior, así que temedle. Y sabed que Al-lah es Indulgente y Tolerante.

236 No cometéis ninguna falta si divorciáis a vuestras mujeres antes de haber consumado el matrimonio y de haberles asignado unos bienes como maher. Pero ofrecedles algunos bienes (en compensación) de forma honorable; que el rico dé según sus posibilidades, y el pobre, según las suyas. Esto es un deber para quienes obedecen y hacen el bien.

237. Y si divorciáis a vuestras mujeres antes de haber consumado el matrimonio, pero tras haberles asignado unos bienes como maher, a ellas les corresponde la mitad de lo que les habíais asignado, al menos que ellas renuncien a dicha parte o renuncie a ella el esposo (y no tome nada de lo que le dio). Y renunciar (a la parte correspondiente) es más cercano a la piedad. Y no olvidéis trataros con amabilidad y generosidad entre vosotros. En verdad, Al-lah ve todo lo que hacéis.

238. Sed constantes en el cumplimiento de los (cinco) rezos (obligatorios), especialmente el intermedio[80], y cumplidlos (con humildad y recogimiento) obedeciendo a Al-lah (sin hablar con nadie mientras se realizan).

239. Y si teméis (alguna acción por parte del enemigo), realizadlos de pie o sobre vuestra montura (aunque no os orientéis hacia la Kaaba). Mas cuando estéis a salvo, rezad a Al-lah de la manera que Él os ha enseñado y que antes desconocíais[81].

240. Y a las viudas les corresponde, como legado, el derecho a ser mantenidas (por los familiares del marido) y a permanecer en la casa conyugal durante un año lunar completo[82]. Pero, si ellas abandonan el hogar voluntariamente, vosotros (los familiares del difunto marido) no seréis reprochados por lo que ellas hagan de manera razonable (siempre que se respete la ley de Al-lah). Y Al-lah es Poderoso y Sabio.

241. Y deberéis entregar a las mujeres que divorciéis una compensación justa (por los daños que el divorcio pueda haberles causado). Esto es un deber para los piadosos.

243. ¿No conoces la historia (¡oh, Muhammad!) de las miles de personas que (hace muchos años) abandonaron sus casas por miedo a morir (de peste, pensando que podrían escapar de la muerte decretada por Al-lah)? Entonces Al-lah les dijo: «Morid», y después les devolvió la vida. En verdad, el favor de Al-lah para con los hombres es inmenso, pero la mayoría de los hombres son desagradecidos.

245. ¿Quién ofrece a Al-lah un préstamo generoso (contribuyendo con sus bienes a Su causa) para que Él se lo devuelva multiplicado con creces? Y Al-lah restringe (Sus favores) y los concede con generosidad, y a Él habréis de volver (para ser juzgados).

246. ¿No conoces la historia de los dignatarios de los hijos de Israel después de Moisés, cuando pidieron a su profeta (Samuel) que les enviara un rey para combatir con él por la causa de Al-lah? (El Profeta) dijo: «¿Realmente lucharíais si se os prescribiera el combate?». Respondieron: «¿Y cómo no habríamos de combatir por la causa de Al-lah cuando hemos sido expulsados de nuestras casas y apartados de nuestros hijos?». Pero cuando se les prescribió el combate, le dieron la espalda desentendiéndose, excepto unos pocos. Y Al-lah conoce bien a los injustos (que no cumplen sus compromisos).

249. Y cuando Saúl hubo partido con su ejército, les dijo: «Al-lah os pondrá a prueba al cruzar un río: quien beba de él no será de los míos y quien no beba, o tome solo un poco con el cuenco de la mano, será de los míos». Pero todos bebieron de él (en exceso), salvo unos pocos. Y cuando él y quienes habían creído con él (y solo bebieron un poco con el cuenco de la mano) hubieron cruzado el río, (muchos) dijeron (tras ver el gran ejército enemigo): «Hoy no tenemos fuerzas para luchar contra Goliat y su ejército». Quienes tenían certeza de su encuentro con Al-lah contestaron: «¡¿Y cuántas veces una pequeña tropa no ha derrotado a un gran ejército con el permiso de Al-lah?!». Y Al-lah está con los pacientes y perseverantes.

251. Y los derrotaron con el consentimiento de Al-lah, y David mató a Goliat. Y Al-lah concedió a David el reinado sobre los hijos de Israel y la sabiduría (haciendo de él un profeta), y le enseñó lo que Él quiso. Y si Al-lah no frenase a unos hombres (los idólatras y quienes rechazan la verdad) con otros (los creyentes), se extendería la corrupción en la tierra; pero el favor de Al-lah sobre Su creación es inmenso.

252. Estas son las aleyas de Al-lah que te recitamos con la verdad. Y tú (¡oh, Muhammad!) eres uno de Sus mensajeros.

253. De entre estos mensajeros, favorecimos a algunos por encima de otros; a unos les habló Al-lah directamente y a otros les concedió una alta distinción. Y otorgamos a Jesús, hijo de María, pruebas claras (de que era un siervo de Al-lah y Su mensajero), y lo fortalecimos con el ángel Gabriel. Y si Al-lah hubiera querido, las generaciones posteriores no se habrían enfrentado entre sí tras haber recibido pruebas evidentes de la verdad (las aleyas de Al-lah); mas discreparon: algunos creyeron y otros negaron la verdad. Y si Al-lah hubiera querido, no se habrían enfrentado, pero Al-lah hace lo que quiere.

254. ¡Oh, creyentes!, dad en caridad de lo que os hemos proveído antes de que llegue el día en que no se podrá negociar (para salvarse del castigo) ni de nada servirán las amistades y las intercesiones (salvo con el permiso de Al-lah). Y quienes hayan rechazado la verdad serán los injustos.

255. ¡Al-lah!No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, el Viviente (que nunca muere), el Sustentador de toda la creación. Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y la tierra. Nadie puede interceder ante Él a menos que sea con Su consentimiento. Conoce todo lo que sucede (a Sus criaturas) en esta vida y lo que les sucederá en la otra. Nadie abarca nada de Su conocimiento que no sea lo que Él quiere. El escabel de Su Trono se extiende sobre los cielos y la tierra, y no se fatiga en la preservaciónde ambos. Y Él es el Excelso, el Sublime[83].

256. No debe haber coacción en la religión[84]. El buen camino se ha mostrado con claridad frente al extravío. Y aquel que rechace al Demonio y a cualquier objeto de adoración fuera de Al-lah se habrá aferrado al asidero más firme que nunca se rompe (el islam). Y Al-lah todo lo oye y todo lo sabe.

258. ¿Has oído y reflexionado sobre aquel[85] que, porque Al-lah lo había hecho rey, discutía con Abraham acerca de (la existencia de) su Señor? Cuando Abraham le dijo: «Mi Señor es Quien da la vida y la muerte», este contestó (con altivez): «Yo también doy la vida y la muerte». (Entonces) Abraham dijo: «Al-lah hace que el sol salga por el Este; haz tú que salga por el Oeste». Entonces, el que rechazaba la verdad se sintió derrotado. Y Al-lah no guía a la gente injusta.

259. O (no has reparado en) aquel[86] que pasó por una ciudad abandonada y completamente en ruinas, y se preguntó: «¿Cómo podrá Al-lah hacerla resurgir tras su destrucción?». Entonces, Al-lah hizo que muriera y lo resucitó pasados cien años. (Al-lah) le preguntó: «¿Cuánto tiempo has permanecido (muerto)?». (El hombre) contestó: «Puede que un día o parte de él». Al-lah le dijo: «No. Has permanecido (muerto) cien años. Observa tu comida y tu bebida, no han sufrido ningún cambio. Pero ¡observa tu burro! (del cual solo quedaban los huesos). Así hemos hecho de ti, para los hombres, una prueba (de que la resurrección es cierta). Y observa cómo reunimos los huesos y los revestimos de carne». Y cuando vio todo con claridad, dijo: «Ahora sé que Al-lah es Todopoderoso».

260. Y (recuerda, ¡oh, Muhammad!) cuando Abraham dijo: «¡Señor, muéstrame cómo resucitas a los muertos!». (Al-lah) respondió: «¿Acaso no crees?». (Abraham) Le dijo: «¡Por supuesto que sí!, pero quisiera tranquilizar mi corazón (y fortalecer mi fe)». (Al-lah) dijo: «Entonces toma cuatro pájaros (para sacrificarlos y descuartizarlos). Después deposita en cada montaña una parte de ellos y llámalos; vendrán a ti con rapidez. Y debes saber que Al-lah es Poderoso y Sabio».

262. Quienes contribuyen con sus bienes a la causa de Al-lah y no malogran después su buena acción reprochándola o perjudicando (a aquellos a quienes ayudaron) obtendrán su recompensa junto a Al-lah, y no tendrán nada que temer (en la otra vida) ni se sentirán afligidos.

263. (Decir) palabras amables y perdonar es mucho mejor que una caridad seguida de un agravio. Al-lah no necesita nada de nadie y es Tolerante.

264. ¡Oh, creyentes!, no invalidéis vuestras obras de caridad echándolas después en cara o perjudicando a aquellos con quienes fuisteis caritativos, pues os pareceríais a quien da caridad tan solo para que la gente hable bien de él, mientras que no cree en Al-lah ni en el Día de la Resurrección. (Quien actúa así) se asemeja a una roca lisa cubierta por un poco de tierra que con la llegada de un aguacero se queda desnuda[87]. Y Al-lah no guía a quienes rechazan la verdad.

265. Y quienes gastan sus bienes buscando la complacencia de Al-lah y tienen la certeza (de que Al-lah los recompensará por ello) se asemejan a un jardín situado en un terreno elevado sobre el que arrecia una lluvia abundante que hace que sus frutos se multipliquen por dos. Y si no llueve en abundancia, cae sobre él una llovizna (suficiente para que dé frutos)[88]. Y Al-lah ve todo lo que hacéis.

268. El Demonio os amenaza con la pobreza (para que no deis caridad) y os ordena pecar, mientras que Al-lah os promete Su perdón y Su favor. Y el favor de Al-lah es inmenso y Él tiene conocimiento sobre todas las cosas.

272. No es tu responsabilidad (¡oh, Muhammad!) hacer que (quienes rechazan la verdad) sigan el buen camino (pues tu responsabilidad es, simplemente, transmitirles el mensaje de Al-lah); es Al-lah Quien guía a quien quiere (abriendo su corazón para que acepte la fe). Y toda caridad que deis será en vuestro beneficio, si lo hacéis buscando la complacencia de Al-lah. Y toda caridad que deis os será recompensada, y no seréis tratados con injusticia.

273. (La caridad debe ser) para los pobres que se han consagrado por completo a la causa de Al-lah y no puedan viajar por la tierra (para buscar su sustento). El ignorante piensa que son ricos porque se abstienen de pedir. Los reconocerás por su aspecto (que refleja su necesidad); no piden a la gente importunándoles. Y todo bien que deis en caridad es del conocimiento de Al-lah.

274. Quienes contribuyen con sus bienes a la causa de Al-lah de noche y de día, en secreto y abiertamente, tendrán su recompensa junto a Al-lah; y no tendrán nada que temer (en la otra vida) ni se sentirán afligidos.

275. Quienes practican la usura y trabajan con intereses se levantarán de sus tumbas (el Día de la Resurrección) como quien ha caído en la locura al ser poseído por el Demonio. Eso sucederá porque solían decir que el comercio era como la usura (pues ambos aportan beneficios); no obstante, Al-lah ha permitido el comercio y ha prohibido la usura. Así pues, quien reciba, por parte de su Señor, la advertencia sobre la prohibición de esta y deje de practicarla podrá conservar lo que haya obtenido antes de que tuviera noticias sobre su prohibición, y Al-lah decidirá sobre él. Mas quienes reincidan serán de los habitantes del fuego y allí permanecerán para siempre.

276. Al-lah anula (los beneficios de) la usura[90] (al privarlos de toda bendición), pero bendice la caridad (multiplicando su recompensa).Y Al-lah no ama a los pecadores que rechazan la verdad.

279. Y si no lo hacéis, sabed que tenéis la guerra declarada por parte de Al-lah y de Su Mensajero; pero, si os arrepentís, podréis conservar vuestro dinero (sin los intereses). No seáis injustos y no seréis tratados con injusticia.

280. Y si el deudor está pasando por una dificultad, concededle más tiempo hasta que pueda devolver la deuda. Mas sería mejor para vosotros, ¡si supierais!, perdonarle la deuda (como un acto de caridad).

281. Y temed el día en que habréis de regresar a Al-lah (para ser juzgados). Entonces, todos recibirán la recompensa que sus acciones hayan merecido y no serán tratados con injusticia.

يَٰٓأَيُّهَا ٱلَّذِينَ ءَامَنُوٓاْ إِذَا تَدَايَنتُم بِدَيۡنٍ إِلَىٰٓ أَجَلٖ مُّسَمّٗى فَٱكۡتُبُوهُۚ وَلۡيَكۡتُب بَّيۡنَكُمۡ كَاتِبُۢ بِٱلۡعَدۡلِۚ وَلَا يَأۡبَ كَاتِبٌ أَن يَكۡتُبَ كَمَا عَلَّمَهُ ٱللَّهُۚ فَلۡيَكۡتُبۡ وَلۡيُمۡلِلِ ٱلَّذِي عَلَيۡهِ ٱلۡحَقُّ وَلۡيَتَّقِ ٱللَّهَ رَبَّهُۥ وَلَا يَبۡخَسۡ مِنۡهُ شَيۡـٔٗاۚ فَإِن كَانَ ٱلَّذِي عَلَيۡهِ ٱلۡحَقُّ سَفِيهًا أَوۡ ضَعِيفًا أَوۡ لَا يَسۡتَطِيعُ أَن يُمِلَّ هُوَ فَلۡيُمۡلِلۡ وَلِيُّهُۥ بِٱلۡعَدۡلِۚ وَٱسۡتَشۡهِدُواْ شَهِيدَيۡنِ مِن رِّجَالِكُمۡۖ فَإِن لَّمۡ يَكُونَا رَجُلَيۡنِ فَرَجُلٞ وَٱمۡرَأَتَانِ مِمَّن تَرۡضَوۡنَ مِنَ ٱلشُّهَدَآءِ أَن تَضِلَّ إِحۡدَىٰهُمَا فَتُذَكِّرَ إِحۡدَىٰهُمَا ٱلۡأُخۡرَىٰۚ وَلَا يَأۡبَ ٱلشُّهَدَآءُ إِذَا مَا دُعُواْۚ وَلَا تَسۡـَٔمُوٓاْ أَن تَكۡتُبُوهُ صَغِيرًا أَوۡ كَبِيرًا إِلَىٰٓ أَجَلِهِۦۚ ذَٰلِكُمۡ أَقۡسَطُ عِندَ ٱللَّهِ وَأَقۡوَمُ لِلشَّهَٰدَةِ وَأَدۡنَىٰٓ أَلَّا تَرۡتَابُوٓاْ إِلَّآ أَن تَكُونَ تِجَٰرَةً حَاضِرَةٗ تُدِيرُونَهَا بَيۡنَكُمۡ فَلَيۡسَ عَلَيۡكُمۡ جُنَاحٌ أَلَّا تَكۡتُبُوهَاۗ وَأَشۡهِدُوٓاْ إِذَا تَبَايَعۡتُمۡۚ وَلَا يُضَآرَّ كَاتِبٞ وَلَا شَهِيدٞۚ وَإِن تَفۡعَلُواْ فَإِنَّهُۥ فُسُوقُۢ بِكُمۡۗ وَٱتَّقُواْ ٱللَّهَۖ وَيُعَلِّمُكُمُ ٱللَّهُۗ وَٱللَّهُ بِكُلِّ شَيۡءٍ عَلِيمٞ [٢٨٢]

282. ¡Oh, creyentes!, si contraéis una deuda por un plazo determinado, que uno de vosotros que sepa escribir lo ponga por escrito. Y quien lo haga que sea justo y que no se niegue a hacerlo después de que Al-lah le enseñara (la escritura). Que escriba, pues, con temor de Al-lah, su Señor, y que no reduzca en nada la deuda; y que le dicte quien la contrae. Y si este fuera ignorante o débil mentalmente y no pudiera dictar, que lo haga en su lugar su tutor con equidad. Y tomad a dos hombres de entre vosotros como testigos, y si no hubiera dos hombres disponibles, tomad a un hombre y a dos mujeres[91] que aceptéis como testigos; si una de ellas se equivocara, la otra podría recordárselo (y subsanar el error). Y que los testigos no se nieguen a comparecer si son llamados. Y no dejéis de poner la deuda por escrito, ya sea esta pequeña o grande, indicando su vencimiento. Eso es lo más justo para Al-lah, la mejor prueba y la manera más segura de evitar dudas entre vosotros. No obstante, si se trata de una transacción comercial entre vosotros realizada en el acto, no cometéis falta alguna si no la ponéis por escrito, pero recurrid a testigos para cualquier transacción. Ni quienes ponen las deudas por escrito ni los testigos deberán verse presionados. Y si los presionáis, será un acto de desobediencia de vuestra parte. Temed a Al-lah; y Al-lah es Quien os enseña (lo que más os conviene). Y Al-lah tiene conocimiento sobre todas las cosas.

283. Y si os halláis de viaje y no encontráisquién ponga la deuda por escrito, que (quien contrae la deuda) entregue algo en garantía (hasta que la deuda quede saldada). Y si hay confianza entre vosotros, que el deudor se comprometa a devolverla (sin la necesidad de ponerla por escrito o de la presencia de testigos y sin dar algo en garantía), y que tema a Al-lah su Señor. Y que los testigos no oculten su testimonio (si son requeridos). Y quien lo haga tendrá un corazón pecador. Y Al-lah sabe lo que hacéis.

285. El Mensajero y los creyentes creen en lo que les ha sido revelado por Al-lah. Todos creen en Al-lah, en Sus ángeles, en Sus Libros y en Sus mensajeros. (Dicen): «No hacemos diferencia entre ninguno de Sus mensajeros (aceptando a unos y rechazando a otros)». Y dicen: «Oímos y obedecemos. Imploramos Tu perdón, Señor, y a Ti es nuestro retorno (el Día de la Resurrección)».

286. Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Cada uno obtendrá la recompensa o el castigo que merezca. (Dicen los creyentes:) «¡Señor, no nos castigues si nos olvidamos de algo o si cometemos un error! ¡Señor, no nos impongas duros mandatos (como castigo) como impusiste a quienes nos precedieron (y te desobedecieron)! ¡Señor, no nos impongas algo superior a nuestras fuerzas! ¡Pasa por alto nuestras faltas!, ¡perdónanos y ten piedad de nosotros! Tú eres nuestro Señor y Auxiliador, ¡concédenos, pues, la victoria sobre quienes rechazan la verdad!».