The Noble Qur'an Encyclopedia
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Surah The heights [Al-Araf] Ayah 206 Location Maccah Number 7
1. Alif. Lam. Mim. Sad[229].
2. (Este es) el Libro que te hemos revelado (¡oh, Muhammad!)—que no dude tu corazón sobre él[230]— para que adviertas mediante él (a quienes rechazan la fe) y exhortes a los creyentes.
3. Seguid lo que os ha sido revelado de parte de vuestro Señor, y no sigáis ni obedezcáis a otros fuera de Él (desobedeciendo a Al-lah). Poco es lo que reflexionáis.
4. ¡Y cuántos pueblos hemos destruido (por desmentir a Nuestros mensajeros)! Nuestro castigo les sobrevino durante la noche o cuando sesteaban.
5. Y las únicas palabras que decían cuando este les llegó, eran: «Realmente, hemos sido injustos (y merecemos el castigo)».
6. Y, ciertamente, (el Día de la Resurrección) preguntaremos a quienes recibieron el mensaje (qué respuesta dieron a sus respectivos profetas) y preguntaremos a los mensajeros (si cumplieron con su cometido de transmitir la revelación).
7. Y les comunicaremos (lo que hicieron) con todo conocimiento, pues jamás estuvimos ausentes.
وَٱلۡوَزۡنُ يَوۡمَئِذٍ ٱلۡحَقُّۚ فَمَن ثَقُلَتۡ مَوَٰزِينُهُۥ فَأُوْلَٰٓئِكَ هُمُ ٱلۡمُفۡلِحُونَ [٨]
8. Y ese día, las acciones de los hombres serán pesadas en la balanza con toda justicia. Aquellos cuyas buenas acciones pesen más (que las malas)serán los triunfadores;
9. y aquellos cuyas buenas acciones sean de poco peso habrán causado su propia perdición por haber sido injustos con Nuestras aleyas (y pruebas al rechazarlas).
10. Y, ciertamente, os hemos dado poder y posición en la tierra (¡oh, gentes!) y os hemos concedido en ella medios para vuestro sustento. Sin embargo, poco es lo que agradecéis.
11. Y, verdaderamente, os creamos y luego os dimos forma, y después dijimos a los ángeles: «Postraos ante Adán (en señal de obediencia, no como acto de adoración)». Y todos se postraron, salvo Iblis[231], quien no estuvo entre quienes se postraron.
12. (Al-lah) le dijo: «¿Qué te ha impedido postrarte cuando te lo he ordenado?». (Iblis) respondió: «Yo soy superior a él: a mí me creaste de fuego; mientras que a él, de barro».
13. (Al-lah) le dijo: «Desciende de aquí, pues no debías haberte llenado de soberbia en este lugar. Sal (de aquí), en verdad, estarás entre los humillados».
14. (Iblis) dijo: «Concédeme un plazo de tiempo hasta el día en que todos resuciten».
15. (Al-lah) respondió: «Serás de aquellos a quienes se les concederá tal plazo».
16. (Iblis) dijo: «Por haber causado mi ruina, acecharé (a los hombres) en Tu camino recto (para desviarlos).
17. »Después, los acosaré por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda[232]; y no encontrarás a la mayoría de ellos agradecidos».
18. (Al-lah) le dijo: «Sal de aquí despreciado y expulsado. Llenaré el infierno contigo y con todos los (hombres y yinn[233]) que te sigan».
19. (Y le dijo a Adán:) «¡Adán!, habita el paraíso con tu esposa y comed de donde queráis, pero no os acerquéis a este árbol o seréis de los injustos».
20. Mas el Demonio les susurró (que comieran del árbol) para que (como castigo por haber desobedecido a Al-lah) quedaran al descubierto sus partes íntimas que ocultaban (y sintieran vergüenza), y les dijo: «El motivo por el que Al-lah os ha prohibido este árbol es porque, si comierais de él, os convertiríais en ángeles o en inmortales».
21. Y les juró: «Ciertamente, yo soy un buen consejero vuestro».
22. Y los hizo caer (en el pecado) engañándolos. Y cuando comieron del árbol aparecieron sus partes íntimas al descubierto y empezaron a cubrirse con hojas del paraíso. Entonces, su Señor los llamó diciéndoles: «¿No os había prohibido (comer de) este árbol y os había advertido que el Demonio es un declarado enemigo vuestro?».
23. Ambos dijeron: «¡Señor nuestro!, hemos sido injustos con nosotros mismos (al haberte desobedecido) y, si no nos perdonas y te apiadas de nosotros, estaremos entre los perdedores».
24. (Al-lah) les respondió: «Descended (del paraíso junto con el Demonio), seréis enemigos los unos de los otros. En la tierra tendréis morada y disfrutaréis de bienes temporales».
25. Dijo (Al-lah): «Allí viviréis y moriréis, y de ella saldréis (el Día de la Resurrección)».
26. ¡Descendientes de Adán!, ciertamente os hemos provisto de prendas, para que cubráis vuestras partes íntimas, y de adornos; pero, la mejor prenda para protegeros y adornaros es la piedad. Esto es parte de las pruebas (de la soberanía y unicidad) de Al-lah para que reflexionéis.
27. ¡Descendientes de Adán!, no dejéis que el Demonio os engañe (haciendo que caigáis en el pecado) como hizo con vuestros padres provocando su expulsión del paraíso, despojándolos de lo que los cubría para que mostraran sus partes íntimas. Ciertamente, él y sus huestes os observan desde donde no podéis verlos. En verdad, hemos hecho que los demonios sean aliados de quienes no creen (en la unicidad de Al-lah ni en Sus mensajeros).
28. Y cuando (quienes rechazan la verdad) cometen una inmoralidad[234], dicen: «Nuestros padres también lo hacían, y Al-lah nos lo ha ordenado». Diles (¡oh, Muhammad!): «Al-lah no ordena la inmoralidad. ¿Es que decís sobre Al-lah lo que no sabéis?».
29. Diles: «Al-lah ordena la justicia y que Lo adoréis solamente a Él en todo lugar de culto y que Lo invoquéis con una fe sincera. Así como os creó (la primera vez), volverá a daros la vida (el Día de la Resurrección)».
30. Al-lah ha guiado a un grupo de (vosotros), pero otros han merecido el extravío (por obstinarse en negar la verdad). Estos han tomado a los demonios por aliados fuera de Al-lah y se creen bien guiados.
31. ¡Descendientes de Adán!, cubríos con vuestras (mejores) prendas y adornos cuando recéis (y adoréis a Al-lah), comed y bebed (lo que se os ha hecho lícito), pero no os excedáis (haciendo lícito lo que no es o viceversa, ni derrochéis); ciertamente, Él no ama a quienes se exceden.
32. Diles (a los idólatras, ¡oh, Muhammad!): «¿Quién ha prohibido los adornos y todas las cosas buenas que Al-lah ha concedido a Sus siervos como provisión?». Todo ello es para que lo disfruten los creyentes en esta vida (y quienes no lo son); pero en la otra vida será exclusivamente para los creyentes. Así es como explicamos Nuestra revelación para la gente que tiene conocimiento (y medita).
33. Diles: «Ciertamente, mi Señor ha prohibido todos los actos de inmoralidad cometidos en público y en privado, los pecados, la transgresión sin justificación alguna, la adoración de otros fuera de Al-lah sin que tengáis ninguna autorización o prueba para hacerlo, y que digáis sobre Al-lah lo que no sabéis».
34. Todas las comunidades tienen un plazo de tiempo decretado. Cuando este llegue a su fin, no podrán retrasar ni adelantar (su final) ni siquiera un instante.
35. ¡Descendientes de Adán!, cuando os lleguen mensajeros de entre vosotros y os reciten Mi revelación, sabed que quienes teman a Al-lah y se enmienden realizando buenas acciones no tendrán nada que temer (en la otra vida) ni se sentirán jamás afligidos;
36. pero quienes desmientan Mi revelación y la rechacen por orgullo, esos serán los habitantes del fuego, y allí permanecerán eternamente.
37. ¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira contra Al-lah o niega Sus pruebas y revelaciones? Esos recibirán en esta vida lo que esté prescrito para ellos, hasta que enviemos a los ángeles para que tomen sus almas y digan: «¿Dónde están aquellos a quienes adorabais fuera de Al-lah?». Dirán: «Nos han abandonado (y no nos han servido de nada». Y atestiguarán en su contra que rechazaron la verdad.
38. (Al-lah) les dirá: «Entrad en el fuego en compañía de las comunidades de hombres y yinn que (también negaron la verdad y) os precedieron». Cada vez que entre una comunidad, esta maldecirá a la anterior (por haberla extraviado). Y cuando todas hayan entrado en él, la última comunidad dirá a (Al-lah acerca de) la primera: «¡Señor nuestro!, esos son quienes nos desviaron (de la verdad); dales un doble castigo en el fuego». (Al-lah) contestará: «Todos recibiréis un doble castigo, aunque no sabéis (lo que os corresponderá a cada grupo de vosotros)».
39. Entonces, la primera comunidad (en entrar en el fuego) dirá a la última: «No fuisteis mejores que nosotros[235]. Sufrid, pues, el castigo por lo que hicisteis».
40. Ciertamente, las puertas del cielo no se abrirán para quienes desmintieron Nuestras pruebas (sobre Nuestra unicidad, así como Nuestra revelación) y las rechazaron por orgullo, ni entrarán en el paraíso hasta que un camello[236] sea capaz de pasar por el ojo de una aguja. Así es como retribuimos a los pecadores que niegan la verdad.
41. El infierno será su lecho, y tendrán sobre ellos cobertores (de fuego). Así es como retribuimos a los injustos.
42. Y quienes crean y obren rectamente —no exigimos a nadie por encima de sus posibilidades—, esos serán los habitantes del paraíso y allí vivirán eternamente.
43. Eliminaremos todo rencor que puedan albergar sus corazones y haremos que los ríos fluyan a sus pies. Dirán: «Alabado sea Al-lah, Quien nos ha conducido hacia esta (recompensa). No habríamos seguido el buen camino si Al-lah no nos hubiese guiado. Ciertamente, los mensajeros de nuestro Señor vinieron con la verdad». Y se les dirá: «Este es elparaíso que habéis heredado como recompensa por (vuestra fe y) vuestras acciones».
44. Y los habitantes del paraíso llamarán a los habitantes del fuego y les dirán: «Hemos encontrado ciertas las promesas que nos hizo nuestro Señor, ¿habéis hallado también vosotros que Sus promesas (y advertencias) eran ciertas?». (Los habitantes del fuego) asentirán. Y entre el paraíso y el fuego, una voz proclamará: «¡Que Al-lah expulse de Su misericordia a los injustos!,
45. »esos que desvían a los hombres del camino de Al-lah haciendo que parezca tortuoso y que no creen en la otra vida».
46. Y entre ellos habrá una separación (el muro del paraíso); y sobre dicho muro divisorio habrá hombres[237] que reconocerán a todos (a los habitantes del fuego y del paraíso) por sus señales[238]. Llamarán a los habitantes del paraíso y les dirán: «La paz esté con vosotros». Ellos no habrán entrado en él, pero estarán deseosos de hacerlo.
47. Y cuando sus ojos se dirijan hacia los habitantes del fuego, dirán: «¡Señor, no nos incluyas entre la gente injusta!».
48. Y los hombres del muro llamarán a otros hombres que reconocerán por sus señales (por sus rostros apesadumbrados) y les dirán: «De nada os ha servido todo lo que acumulasteis (en la vida mundanal), ni tampoco vuestra arrogancia».
49. (Y Al-lah dirá a los habitantes del fuego sobre las gentes del muro[239]:) «¿No son esos aquellos acerca de quienes jurasteis que Al-lah no se apiadaría de ellos?». (Entonces, Al-lah dirá a las gentes del muro): «Entrad en el paraíso,no tendréis nada que temer ni os sentiréis jamás afligidos».
50. Y los habitantes del fuego llamarán a los habitantes del paraíso y les dirán: «¡Verted sobre nosotros un poco de agua o dadnos algo de lo que Al-lah os ha concedido como sustento!». Los habitantes del paraíso dirán: «Al-lah ha prohibido ambas cosas a quienes rechazaron la verdad (en la vida terrenal)».
51. Esos son quienestomaron su religión como una diversión o un mero juego y fueron seducidos por la vida mundanal. Hoy los olvidaremos (en el fuego) del mismo modo que ellos olvidaron su encuentro con este día (el Día de la Resurrección) y rechazaron Nuestras pruebas y aleyas.
وَلَقَدۡ جِئۡنَٰهُم بِكِتَٰبٖ فَصَّلۡنَٰهُ عَلَىٰ عِلۡمٍ هُدٗى وَرَحۡمَةٗ لِّقَوۡمٖ يُؤۡمِنُونَ [٥٢]
52. Y, ciertamente, les hemos traído un Libro (el Corán), que hemos explicado detalladamente con pleno conocimiento, como guía y misericordia para quienes creen.
53. ¿Acaso esperan (quienes rechazan la verdad) a que se cumplan las promesas y advertencias (de Al-lah mencionadas en el Corán)? El día en que se cumplan (el Día de la Resurrección), quienes anteriormente olvidaron su llegada dirán: «Ciertamente, vinieron mensajeros de nuestro Señor con la verdad; ¿tendremos quién interceda por nosotros o podremos regresar (a la vida mundanal) para obrar de distinta manera a como lo hicimos?». Habrán llevado sus almas a la perdición, y aquello que inventaron los abandonará.
54. Vuestro Señor es Al-lah, Quien creó los cielos y la tierra en seis días[240] y después se asentó sobre el Trono[241].Hace que la noche cubra el día y que este le siga al instante, sucediéndose ininterrumpidamente. (Ha creado) el sol, la luna y las estrellas y los ha sometido a Su mandato. A Él pertenece toda la creación y se ocupa de todos sus asuntos. ¡Bendito sea Al-lah, Señor de toda la creación!
55. Invocad a vuestro Señor con humildad y en voz baja (desde lo profundo de vuestro corazón, no con la intención de que la gente os vea u os oiga). En verdad, Él no ama a quienes transgreden (los límites que Él ha establecido).
56. Y no corrompáis la tierra después de haber sido reformada (mediante la llegada de los mensajeros de Al-lah). E invocadle temiendo (Su castigo) y anhelando (Su recompensa y misericordia). En verdad, la misericordia de Al-lah está cerca de quienes hacen el bien.
57. Y Él es Quien envía los vientos anunciadores de Su misericordia (la lluvia). Y cuando estos transportan una nube pesada[242], la conducimos hacia una tierra yerma y hacemos que llueva sobre ella para que broten todo tipo de frutos. De la misma manera resucitamos a los muertos; quizás así reflexionéis.
58. De la buena tierra brotan (buenas) plantas con facilidad con el consentimiento de Al-lah; pero, de la mala, (las pocas que brotan) lo hacen con dificultad[243]. Así es como explicamos diferentes pruebas de la verdad para las gentes que son agradecidas.
59. Y, ciertamente, enviamos a Noé a su pueblo y les dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-lah, no tenéis ninguna otra divinidad (verdadera) fuera de Él! En verdad, temo que sufráis el castigo de un día terrible».
60. Los dignatarios de su pueblo dijeron: «Ciertamente, te vemos en un claro extravío».
61. (Noé) respondió: «¡Pueblo mío!, no estoy extraviado, sino que soy un mensajero del Señor de toda la creación.
62. »Os transmito el mensaje de mi Señor y os aconsejo bien, y sé de Al-lah lo que vosotros no sabéis.
63. »¿Os extrañáis de que os haya llegado una exhortación de vuestro Señor, a través de uno de los vuestros, con el fin de avisaros y de hacer que temáis a Al-lah para que Él se apiade de vosotros?».
64. Pero lo desmintieron, y lo salvamos en el arca junto con sus seguidores y ahogamos a quienes negaban Nuestras pruebas. Ciertamente, eran gentes que no querían ver la verdad.
65. Y al pueblo de ‘Ad[244] enviamos a su hermano Hud como mensajero. Este dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-lah, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! ¿No Lo temeréis, pues?».
66. Los dignatarios incrédulos de su pueblo dijeron: «Realmente, vemos que has perdido la razón y creemos que eres un mentiroso».
67. (Hud) respondió: «¡Pueblo mío!, no he perdido la razón, sino que soy un mensajero del Señor de toda la creación.
68. »Os transmito el mensaje de mi Señor y soy para vosotros un fiel consejero.
69. »¿Os extrañáis de que os haya llegado una exhortación de vuestro Señor, a través de uno de los vuestros, con el fin de advertiros? Y (recordad) cuando os hizo suceder al pueblo de Noé en la tierra tras varias generaciones y os concedió mayor altura y fortaleza física.Y recordad los favores de Al-lah para que podáis triunfar y prosperar».
70. Dijeron: «¿Has venido para pedirnos que adoremos solo a Al-lah y que abandonemos lo que nuestros antepasados adoraban? ¡Tráenos el castigo con el que nos amenazas si eres de los veraces!».
71. (Hud) respondió: «Ciertamente, habéis incurrido en la ira de vuestro Señor y se abatirá sobre vosotros Su castigo. ¿Me discutís acerca de unas divinidades que vosotros mismos y vuestros antepasados habéis nombrado e inventado sin que Al-lah os concediese prueba alguna (de su existencia ni ninguna autoridad para adorarlos)? Esperad (a que se abata sobre vosotros Su castigo); yo también espero».
72. Y lo salvamos, junto a sus seguidores, por misericordia Nuestra, y destruimos a todos los que habían desmentido Nuestras pruebas (y Nuestro mensaje), pues no eran creyentes.
73. Y al pueblo de Zamud[245]enviamos a su hermano Saleh (como mensajero). (Este) dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-lah, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! Ciertamente, habéis recibido pruebas claras de vuestro Señor. Esta camella[246] de Al-lah es un signo para vosotros. Dejad que coma de la tierra de Al-lah y no le hagáis daño alguno o de lo contrario recibiréis un castigo doloroso.
74. »Y recordad que Al-lah os ha hecho que sucedierais al pueblo de ‘Aden la tierra y os ha establecido en ella: construís palacios en los valles y esculpís casas en las montañas. Recordad los favores que Al-lah os ha concedido y no sembréis la corrupción en la tierra».
75. Los dignatarios arrogantes de su pueblo dijeron a los débiles de entre los creyentes: «¿Sabéis si Saleh es verdaderamente un mensajero de su Señor?». Estos dijeron: «Realmente creemos en aquello (el mensaje) con lo que ha sido enviado».
76. Los (dignatarios) arrogantes dijeron: «Ciertamente, rechazamos aquello en lo que vosotros creéis».
77. Y mataron a la camelladesobedeciendo las órdenes de su Señor. Después dijeron: «¡Saleh, tráenos (el castigo) con el que nos amenazas si de verdad eres un mensajero (de Al-lah)!».
78. Entonces, un gran terremoto los sorprendió y amanecieron tendidos muertos en sus hogares.
79. (Saleh) se alejó de ellos y dijo: «¡Pueblo mío!, en verdad, os trasmití el mensaje de mi Señor y os aconsejé bien, pero no queríais a los consejeros».
80. Y (recuerda, (¡oh, Muhammad!) a Lot, cuando dijo a su pueblo: «Practicáis una inmoralidad que nunca nadie había practicado antes en el mundo.
81. »Os acercáis a los hombres con deseo (y lo satisfacéis con ellos), en vez de acercaros a (vuestras) mujeres. Ciertamente, sois un pueblo transgresor».
82. Pero la única respuesta que obtuvo de su gente fueron las palabras: «Expulsadlos de vuestra tierra, pues son gentes que quieren la pureza[247]».
83. Mas lo salvamos junto con su familia, con la excepción de su mujer[248] que fue de quienes recibieron el castigo.
84. E hicimos caer sobre ellos una lluvia de piedras. Observa cuál fue el final de los pecadores.
85. Y al pueblo de Madián[249] enviamos a su hermano Shu'aib. Este dijo: «¡Pueblo mío!, ¡adorad solo a Al-lah, no tenéis ninguna otra divinidad fuera de Él! En verdad os han llegado pruebas claras de vuestro Señor. Medid y pesad con equidad (cuando comerciéis); no deis a los hombres menos de lo que les corresponde y no corrompáis la tierra tras haber sido reformada. Eso es lo mejor para vosotros si de verdad sois creyentes.
86. »No bloqueéis los caminos (para asaltar a los hombres)[250] amenazándolos (con matarlos si no os entregan sus pertenencias) ni desviéis del camino de Al-lah a quienes creen en Él haciendo que parezca tortuoso.Recordad cuando erais pocos y Él os incrementó en número; y observad cuál fue el final de los corruptores.
87. »Y si algunos de vosotros creéis en aquello con lo que he sido enviado (el mensaje de Al-lah), otros no. Sed pacientes hasta que Al-lah juzgue entre nosotros, pues Él es el mejor de los jueces».
88. Los dignatarios arrogantes de su pueblo dijeron: «Os expulsaremos de nuestro pueblo a ti, Shu’aib, y a quienes creen contigo, a menos que regreséis a nuestra religión». (Shu’aib) respondió: «¿Aun contra nuestra voluntad?
89. Si regresáramos a vuestra religión después de habernos salvado Al-lah de ella, estaríamos mintiendo contra Al-lah (al aceptar que otros comparten con Él el derecho a la adoración).¿Y cómo podríamos regresar a ella, a menos que Al-lah, nuestro Señor, quisiera? El conocimiento de nuestro Señor abarca todas las cosas, y en Él depositamos nuestra confianza. ¡Señor nuestro!, juzga entre nosotros y nuestro pueblo con justicia, pues Tú eres el mejor de los jueces».
90. Los dignatarios incrédulos de su pueblo dijeron: «Si seguís a Shu'aib, seréis de los perdedores».
91. Entonces, un gran terremoto los sorprendió y amanecieron tendidos muertos en sus hogares.
92. (Fue como si) quienes desmintieron a Shu’aib no hubiesen habitado nunca allí. Quienes desmintieron a Shu’aib fueron los perdedores.
93. (Shu’aib) se alejó de ellos y dijo: «¡Pueblo mío!, en verdad, os transmití los mensajes de mi Señor y os advertí, (mas no creísteis); ¿cómo podría apenarme por una gente que rechazó la verdad?».
94. Y nunca hemos enviado un profeta a una comunidad a la que no hayamos puesto a prueba (tras desmentir a su mensajero) con la enfermedad o la pobreza para que se volvieran humildemente (a Al-lah).
95. Después, cambiamos su mala situación por una mejor, hasta que su descendencia y sus bienes se vieron incrementados y dijeron (negando que su buena situación se debiera a Al-lah): «Nuestros padres también sufrieron adversidades y alcanzaron la prosperidad». Entonces hicimos que se abatiera sobre ellos Nuestro castigo de repente, sin que se diesen cuenta.
96. Y si los habitantes de las ciudades que castigamos hubiesen creído y temido a Al-lah, les habríamos concedido las bendiciones del cielo y de la tierra; pero desmintieron (a Nuestros mensajeros) y los castigamos por lo que cometieron.
97. ¿Acaso los habitantes de dichas ciudades se sentían a salvo de que les llegase Nuestro castigo por la noche, mientras dormían?
98. ¿O acaso se sentían a salvo de que les llegase por la mañana, mientras se divertían?
99. ¿Acaso se creían a salvo del plan de Al-lah? Pero, solo se creen a salvo del plan de Al-lah los perdedores.
100. ¿Es que no está claro para quienes ocuparon la tierra tras la destrucción de los pueblos que los precedieron que, si quisiéramos, los castigaríamos por sus pecados y sellaríamos sus corazones para que no pudieran escuchar (la exhortación y reflexionar sobre ella)?
101. Esas son las ciudades (y pueblos) cuyas historias te contamos; recibieron mensajeros con pruebas claras y milagros, pero no quisieron creer (tras su llegada) en lo que antes no creían (y persistieron en su estado de incredulidad). Así es como Al-lah sella los corazones de quienes rechazan la verdad.
102. Y encontramos que la mayoría de aquellas ciudades no eran fieles a sus compromisos; y encontramos que la mayoría de ellas eran rebeldes (porque desobedecían a Al-lah y preferían la falsedad a la verdad).
103. Después, enviamos a Moisés con claros milagros de parte Nuestra para que se dirigiera al Faraón y a sus dignatarios; pero fueron injustos al no creer en ellos. ¡Observa cuál fue el final de los corruptores!
104. Y Moisés dijo: «¡Faraón!, en verdad, soy un mensajero del Señor de toda la creación.
105. »No debo decir sobre Al-lah más que la verdad. He venido a vosotros con una prueba clara de vuestro Señor. Dejad, pues, que vengan conmigo los hijos de Israel».
106. (El Faraón) dijo: «Si de verdad vienes con alguna prueba, muéstrala si eres de los veraces».
107. Entonces (Moisés) arrojó su cayado, el cual se convirtió en una serpiente que parecía real.
108. (Despuésintrodujo la mano por el cuello de su túnica.) Luego retiró la mano y esta apareció de un blanco radiante ante quienes observaban.
109. Los dignatarios del pueblo del Faraón dijeron: «Ciertamente, este es un brujo instruido
110. »que quiere expulsaros de vuestras tierras[251]». (Entonces el Faraón dijo:) «¿Qué me recomendáis hacer?».
111. (Los dignatarios) contestaron: «Retenedlo a él y a su hermano y enviad mensajeros por todas las ciudades,
112. »para que os traigan a todos los brujos instruidos».
113. Y los brujos se presentaron ante el Faraón. (Entonces) dijeron: «¿Seremos recompensados si somos nosotros los vencedores?».
114. El Faraón respondió: «Sí, y además seréis de mis allegados».
115. (Los brujos) dijeron: «¡Moisés!, ¿arrojas tú primero (el cayado) o lo hacemos nosotros?».
116. (Moisés) respondió: «Arrojadlo vosotros primero». Y cuando lo hicieron, hechizaron los ojos de los presentes y los aterrorizaron mostrando una gran magia.
117. Entonces inspiramos a Moisés arrojar su cayado, y este se convirtió en una serpiente que devoró la falsedad que los brujos habían producido.
118. Y la verdad se impuso, y lo que hicieron los brujos fue en vano.
119. Y allí mismo fueron derrotados y humillados (el Faraón y su pueblo).
120. Y los brujos cayeron postrados.
121. Dijeron: «Creemos en el Señor de toda la creación,
122. en el Señor de Moisés y de Aarón».
123. El Faraón dijo: «¿Creéis en él antes de que os haya concedido yo permiso? Ciertamente, esto es un plan que urdisteis en la ciudad para echar de ella a su gente, y pronto sabréis lo que os espera (de mi parte).
124. »Amputaré vuestras manos y pies opuestos y, después, os clavaré en un madero (o estaca[252]) a todos».
125. (Los brujos) dijeron: «En verdad, retornaremos a nuestro Señor.
126. »¿Os vengáis de nosotros por creer en las pruebas de nuestro Señor una vez nos han llegado? ¡Señor nuestro!, cólmanos de paciencia y haz que muramos sometidos a Ti[253]».
127. Los dignatarios del pueblo del Faraón (le) dijeron: «¿Vais a permitir que Moisés y su pueblo corrompan la tierra y os abandonen a vos y a vuestras divinidades?». El Faraón contestó: «Mataremos sin piedad a sus hijos (varones recién nacidos) y dejaremos vivir a las mujeres, y tenemos poder sobre ellos para hacerlo».
128. Dijo Moisés a su pueblo: «Suplicad ayuda a Al-lah y sed pacientes. En verdad, la tierra pertenece a Al-lah y hará que la habiten quienes Él quiera de entre Sus siervos; y el triunfo será para los piadosos».
129. (Las gentes de su pueblo) dijeron: «Éramos castigados antes de tu venida y también lo somos ahora, tras haber venido a nosotros». Dijo (Moisés): «Puede que vuestro Señor destruya a vuestro enemigo y os convierta en sus sucesores en la tierra para ver cómo actuáis».
130. Y castigamos a las gentes del Faraón con años de sequía y escasez de alimentos para que reflexionaran.
131. Si les llegaba algún bien, decían: «Esto es nuestro (por merecimiento propio)»; pero, si sufrían alguna adversidad, culpaban de su mala suerte a Moisés y a quienes lo seguían. No obstante, su suerte había sido decretada por Al-lah (debido a sus pecados y a su rechazo a la verdad), aunque la mayoría de ellos no lo sabían.
132. Y dijeron (a Moisés): «Sea cual sea la prueba que nos traigas para hechizarnos con ella, no te creeremos».
133. Entonces, enviamos contra ellos inundaciones, (plagas de) langostas, piojos y ranas, y (convertimos el agua en) sangre; todo ello eran claras señales (de la veracidad de Moisés), mas las rechazaron con arrogancia y fueron gente pecadora.
134. Y cuando se abatía sobre ellos un castigo, decían: «¡Moisés!, suplica a tu Señor por nosotros en virtud del pacto que ha establecido contigo. Si nos libras del castigo, creeremos verdaderamente en ti y dejaremos ir contigo a los hijos de Israel».
135. Pero, cada vez que apartábamos de ellos el castigo hasta un plazo decretado, incumplían su palabra.
136. Entonces, los castigamos (en consecuencia) y los ahogamos en el mar por haber negado Nuestros milagros y haberse desentendido de ellos.
137. E hicimos que el pueblo que había sido oprimido ocupara el este y el oeste de la tierra que habíamos bendecido[254]. Y así se cumplió la palabra de Al-lah sobre los hijos de Israel (de que habitarían la Tierra Prometida) por haber sido pacientes, y destruimos lo que el Faraón y su pueblo habían construido y erigido.
138. E hicimos que los hijos de Israel cruzaran el mar, y llegaron a un pueblo cuyas gentes estaban entregadas a la adoración de sus ídolos. (Los hijos de Israel) dijeron: «¡Oh, Moisés!, danos divinidades como las que ellos tienen». (Moisés) contestó: «Ciertamente, sois gente ignorante.
139. »Esas gentes serán destruidas por lo que practican y todo lo que hacen de nada les servirá».
140. Dijo (Moisés): «¿Cómo podría buscaros otra divinidad fuera de Al-lah cuando Él os ha favorecido por encima de todos los pueblos (de vuestro tiempo)?».
141. Y (recordad) cuando os salvamos de las gentes del Faraón, quienes os infligían horribles tormentos, mataban a vuestros hijos recién nacidos y dejaban vivas a vuestras mujeres. En ello teníais una dura prueba de vuestro Señor.
142. Y (recordad) cuando Nos dimos cita con Moisés durante treinta noches a las que añadimos diez más, para que completara así el encuentro con su Señor de cuarenta noches. Moisés le dijo entonces a su hermano Aarón: «Sustitúyeme durante mi ausencia ante mi pueblo, ordena el bien y no sigas el camino de los corruptores».
143. Y cuando Moisés acudió al encuentro con su Señor, y Este le habló, dijo:«¡Señor, muéstrate para que pueda verte!». (Al-lah) respondió: «No Me verás, mas mira hacia la montaña; si esta permanece en su sitio, podrás verme». Pero cuando su Señor se mostró a la montaña, esta quedó pulverizada y Moisés cayó inconsciente. Cuando volvió en sí, exclamó: «¡Gloria a Ti! ¡Ante Ti me arrepiento y soy el primero en creer!».
144. Dijo (Al-lah): «¡Moisés!, te he escogido entre todos los hombres (de tu tiempo) al confiarte Mi mensaje y hablarte directamente. Aférrate a lo que te he entregado (Mis mandatos y prohibiciones), transmítelo a tu pueblo y sé de los agradecidos».
145. Y escribimos para él en las Tablas una exhortación y explicación de todas las cosas (que los hijos de Israel necesitaban saber sobre su religión, y le dijimos:) «Aférrate a ellas con fuerza y ordena a tu puebloque siga su contenido, buscando siempre aquello que les reportará una mayor recompensa. Pronto os mostraré dónde habitarán (en la otra vida) quienes fueron rebeldes (y Me desobedecieron)».
146. Haré que quienes se llenan de arrogancia en la tierra sin justificación alguna no entiendan las pruebas de Mi poder (ni Mis mandatos). Aunque vieran todas las pruebas, no creerían en ellas, y aunque vieran el buen camino, no lo tomarían; mientras que si vieran el camino del error, lo seguirían. Ello se debe a que negaron Nuestras pruebas y se desentendieron de ellas.
147. Y quienes nieguen Nuestras pruebas y su encuentro con la otra vida habrán echado a perder sus (buenas) acciones. ¿Acaso recibirán una retribución distinta a la que sus obras merezcan?
148. Y el pueblo de Moisés tomó, en la ausencia de este (por acudir a la cita con su Señor), a un becerro como divinidad que habían creado a partir de sus joyas (fundidas) y que parecía mugir. ¿Acaso no veían que no les hablaba ni podía guiarlos? Aun así lo tomaron como divinidad y fueron injustos.
149. Y cuando se arrepintieron y vieron que se habían extraviado (de la verdad cayendo en la idolatría), dijeron: «Si nuestro Señor no se apiada de nosotros y nos perdona, estaremos, ciertamente, entre los perdedores».
150. Y cuando Moisés regresó a su pueblo airado y afligido (porque Al-lah le había comunicado que su pueblo estaba adorando el becerro), dijo: «¡Qué malo es lo que habéis hecho durante mi ausencia! ¿Queríais que regresara antes de tiempo de mi cita con vuestro Señor cuando Él la había decretado? Y arrojó las Tablas (debido a su enojo), tomó a su hermano (por el cabello) y lo arrastró hacia él. (Su hermano Aarón) le dijo: «¡Oh, hijo de mi madre!, ciertamente pudieron conmigoy estuvieron a punto de matarme (cuando les prohibí adorar el becerro). No dejes que los enemigos se regocijen a mi costa y no me incluyas entre los injustos».
قَالَ رَبِّ ٱغۡفِرۡ لِي وَلِأَخِي وَأَدۡخِلۡنَا فِي رَحۡمَتِكَۖ وَأَنتَ أَرۡحَمُ ٱلرَّٰحِمِينَ [١٥١]
151. (Moisés) dijo: «¡Señor!, perdónanos a mi hermano y a mí y apiádate de nosotros, pues Tú eres el más Misericordioso de los misericordiosos».
152. Ciertamente, quienes adoraron el becerro padecerán la ira de su Señor y serán humillados en esta vida. Así es como retribuimos a quienes inventan mentiras (sobre la religión).
153. Y con aquellos que obren mal y después se arrepientan y crean, Al-lah será Indulgente y Misericordioso.
154. Y cuando la ira de Moisés se hubo aplacado, tomó las Tablas, las cuales guiaban hacia la verdad y contenían misericordia para quienes temen a su Señor.
155. Y Moisés escogió a setenta hombres de entre su pueblo (que no habían adorado el becerro) para acudir a Nuestro encuentro (y pedir perdón por quienes lo habían adorado). Pero fueron sorprendidos por un temblor de tierra[255], y entonces dijo (Moisés): «¡Señor!, si hubieras querido, los habrías destruido y a mí también con ellos antes de venir a Tu encuentro. ¿Vas a destruirnos por lo que han hecho los insensatos de entre nosotros (al adorar el becerro)? (La adoración del becerro) no era más que una prueba de Tu parte para extraviar con ella a quien querías (por haber escogido la falsedad) y guiar a quien querías (por haberse mantenido en el buen camino). Tú eres nuestro protector: perdónanos y apiádate de nosotros, pues Tú eres Quien mejor perdona.
156. »Y concédenos el bien en esta vida y en la otra. A Ti volvemos arrepentidos». (Al-lah) respondió: «Infligiré Mi castigo a quien quiera (por haberse alejado de la verdad), pero Mi misericordia abarca toda la creación. La decretaré a quienes Me teman (cumpliendo Mis mandatos y evitando lo que he prohibido), den caridad y crean en las pruebas de Mi unicidad.
157. (La decretaré) a quienes sigan al Mensajero (Muhammad), el profeta iletrado[256] que les estaba mencionado en la Torá y en el Evangelio, quien les ordena el bien, les prohíbe el mal, les permite las cosas buenas, les prohíbe las dañinas y los libera de preceptos anteriores que pesaban sobre ellos (facilitándoles la práctica de la religión). Quienes crean, pues, en él, lo honren, lo ayuden y sigan la luz que le ha sido revelada (el Corán)serán los triunfadores».
158. Diles (¡oh, Muhammad!): «¡Oh, gentes!, soy un mensajero de Al-lah, a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la tierra, y he sido enviado a todos vosotros. No hay más divinidad que Él, el único con derecho a ser adorado, Quien da la vida y la muerte. Creed, pues, en Al-lah y en Su Mensajero, el profeta iletrado que cree en Al-lah y en Su Palabra, y seguidlo para que estéis guiados».
159. Y de entre el pueblo de Moisés (los hijos de Israel) hay una comunidad (que sigue la verdad y) que guía y juzga con ella a los hombres.
160. Y dividimos (a los hijos de Israel) en doce tribus (según los doce hijos de Jacob o Israel), de manera que cada una constituía una comunidad. Y cuando el pueblo de Moisés le pidió agua, le inspiramos que golpeara una roca con su cayado; entonces brotaron doce manantiales y cada tribu supo de cuál beber. Y los cobijamos bajo (la sombra de) unas nubes e hicimos descender sobre ellos el maná y las codornices, (y les dijimos:) «Comed de lo bueno que os hemos proveído como sustento». Y no Nos perjudicaron[257], sino que se perjudicaron a ellos mismos».
161. Y (recuerda, ¡oh, Muhammad!) cuando se les dijo: «Habitad en esta ciudad (Jerusalén) y comed de ella donde y cuanto queráis. Pedid a Al-lah que os perdone y entrad por la puerta de la ciudad postrándoos humildemente (en agradecimiento por vuestra victoria) para que perdonemos vuestros pecados. Y a quien haga el bien le concederemos todavíamás (favores y una mayor recompensa)».
162. Pero los injustos (de entre ellos) cambiaron (expresamente) las palabras que se les había ordenado decir por otras, e hicimos descender sobre ellos un castigo del cielo por haber desobedecido.
163. Y pregúntales (a los judíos) acerca de la ciudad que estaba a orillas del mar cuando profanaban la ley del sábado (según la cual ese día tenían prohibido pescar o trabajar); los sábados los peces acudían (a la orilla) dejándose ver con claridad, mientras que cuando no era sábado no se acercaban (a ella). Así es como los poníamos a prueba por rebelarse a las órdenes de Al-lah (y negarse a obedecerlo).
164. Y cuando un grupo (de quienes no profanaban el sábado) preguntaron (a quienes amonestaban a los transgresores): «¿Por qué exhortáis a quienes Al-lah destruirá y castigará severamente?», estos contestaron: «Para que nuestro Señor nos exima de toda culpa (por haberles ordenado el bien y prohibido el mal) y para que, tal vez, teman (a Al-lah y se arrepientan)».
165. Y cuando olvidaron la amonestación, salvamos a quienes prohibían el mal[258] y castigamos severamente a los injustos por haberse rebelado (contra Nuestras órdenes).
166. Y cuando persistieron en lo que se les había prohibido, les dijimos: «Convertíos en unos monos[259] despreciables».
167. Y (recuerda) cuando tu Señor anunció (a los judíos) que les enviaría continuamente, hasta el Día de la Resurrección, hombres que les infligirían un duro y humillante castigo (por su desobediencia). Ciertamente, tu Señor es rápido en el castigo, pero también es Indulgente y Misericordioso.
168. Y los dividimos en la tierra y formaron comunidades distintas. Algunos de ellos son rectos y virtuosos y otros, no. Y los pusimos a prueba en la prosperidad y en la adversidad para que regresaran a Al-lah (arrepentidos).
169. Y los sucedió una (mala) generación que (a pesar de que) heredó el Libro (la Torá), escogía para sí los bienes de esta vida (aunque fuesen ilícitos), y decían: «Seremos perdonados por lo que hagamos». Y si nuevamente se presentaban ante ellos otros bienes similares, volvían a tomarlos (y a caer en el pecado). ¿Acaso no estudiaron la Torá y se comprometieron (a seguirla y) a no decir sobre Al-lah más que la verdad? Y la Última Morada junto a Al-lah (el paraíso) es mejor para quienes Le temen (y evitan lo que Él ha prohibido); ¿es que no razonáis?
170. Y quienes se aferran al Libro (el Corán) y practican el salat, que sepan que no dejaremos sin recompensa a quienes (practican y) ordenan el bien.
171. Y (recuerda) cuando elevamos el monte sobre sus cabezas como si fuera una nube que les diera sombra y pensaron que, sin duda, caería sobre ellos[260]. (Entonces les dijimos:) «Aferraos fuertemente a lo que os damos (la Torá) y recordad su contenido (y actuad en consecuencia) para que seáis piadosos (y os salvéis del castigo)».
172. Y (recuerda) cuando tu Señor extrajo a la descendencia de los hijos de Adán de la espalda[261] de sus progenitores (antes de que nacieran) e hizo que testificaran que Él era su Señor; ellos asintieron y dijeron: «Damos fe (de que eres nuestro Señor)». Esto es para que el Día de la Resurrección no podáis decir: «En verdad no lo sabíamos»;
173. y para que tampoco digáis: «Nuestros padres también adoraban a otras divinidades y nosotros los sucedimos (e hicimos como ellos).¿Vas a castigarnos por lo que hicieron quienes siguieron la falsedad[262]?».
174. Y del mismo modo (que explicamos con detalle Nuestras pruebas y Nuestra revelación a las comunidades anteriores), las aclaramos (al pueblo de Muhammad) para que regresen (al buen camino y abandonen la idolatría).
175. Y nárrales la historia de aquel[263] a quien concedimos el conocimiento de Nuestras pruebas (sobre Nuestra unicidad) y se desprendió de él. El Demonio lo siguió e hizo que fuese de los extraviados.
176. Si hubiéramos querido, lo habríamos enaltecido por el conocimiento que le concedimos (si hubiera hecho un buen uso de él), mas se inclinó por los bienes terrenales y siguió sus pasiones. Su ejemplo es como el de un perro que, tanto si lo echas de tu lado como si lo dejas donde está, jadea. Tal es el ejemplo de quienes niegan Nuestras pruebas[264]. Cuenta, pues, a tu pueblo estas historias de quienes los precedieron (¡oh, Muhammad!) para que reflexionen.
177. ¡Qué malo es el ejemplo de quienes niegan Nuestras pruebas y son injustos consigo mismos!
178. Aquellos a quienes Al-lah guíe estarán en el buen camino, y a quienes extravíe (por rechazar la verdad) serán los perdedores.
179. Y, ciertamente, hemos creado para el infierno a muchos yinn y hombres[265], pues tienen corazones que no comprenden, ojos que no ven y oídos que no oyen. Son como el ganado, o están todavía más extraviados. Esos son quienes viven despreocupados (de la fe y de la obediencia a Al-lah).
180. Y a Al-lah pertenecen los nombres[266] más sublimes; invocadlo, pues, a través de ellos. Y alejaos de quienes alteran Sus nombres y niegan (su significado[267]); esos serán castigados por lo que solían hacer.
181. Y entre quienes hemos creado, hay una comunidad[268] que guía y juzga con la verdad.
182. Y a quienes nieguen Nuestras aleyas (el Corán) los castigaremos poco a poco, de manera que no se den cuenta.
183. Y les concederé un plazo de tiempo (para que persistan en la incredulidad y aumenten sus pecados antes de castigarlos). Ciertamente, Mi plan es sólido.
184. ¿Acaso no reflexionan (los idólatras de La Meca)? Su compañero Muhammad no está loco, solo es un claro amonestador.
185. ¿Es que no observan (las pruebas del poder de Al-lah y de Su unicidad) en los reinos de los cielos y de la tierra y en todo lo que Él ha creado? Puede que su tiempo esté próximo a expirar (y mueran rechazando la verdad). ¿En qué exhortación, después de este (Corán), creerán entonces?
186. Aquellos a quienes Al-lah extravíe (por rechazar la verdad), nadie podrá guiarlos y dejará que persistan en sus transgresiones, extraviados y desorientados.
187. Te preguntan (¡oh, Muhammad!) acerca de cuándo sucederá el Día de la Resurrección. Diles: «Ciertamente, ese conocimiento solo está en posesión de mi Señor[269]. Solo Él puede hacer que tenga lugar en su debido tiempo. Cuando ocurra será terrible para quienes estén en los cielos y en la tierra, y llegará de repente». Te preguntan como si tú estuvieses informado de ello. Diles: «Ese conocimiento solo Al-lah lo posee». Pero la mayoría de la gente no lo sabe.
188. Diles: «Yo no tengo poder para reportarme a mí mismo un bien ni para alejar de mí un mal, solo me sucederá lo que Al-lah quiera que me ocurra. Si supiera lo que solo Al-lah conoce[270] buscaría la manera de obtener bienes en abundancia y no me alcanzaría ninguna desgracia. No soy más que un amonestador (para quienes rechazan la verdad) y un portador de buenas noticias para la gente que cree».
189. Él es Quien os creó (la primera vez) a partir de un solo ser (Adán) y creó de él a su pareja para que conviviera con ella y encontrara en ella refugio y sosiego.Y cuando (el hombre) cubre[271] a la mujer esta concibe una carga ligera al principio y (el embarazo) prosigue su curso. Pero cuando la carga se vuelve pesada, ambos (temen por su futuro hijo y) ruegan a Al-lah, su Señor, diciendo: «Si nos das un hijo sano, seremos de los agradecidos».
190. No obstante, cuando les concede un hijo sano (son ingratos con Al-lah) y atribuyen dicha concesión a otros además de a Él. ¡Exaltado sea Al-lah! Él está muy por encima de compartir Su dominio con otros.
191. ¿Adoran fuera de Al-lah divinidades que no son capaces de crear nada mientras que ellas han sido creadas
192. y que no pueden auxiliarlos ni pueden auxiliarse a sí mismas?
193. Y si los invitáis a seguir el buen camino, no lo seguirán. Tanto da si los invitáis (a la fe) o si permanecéis en silencio (pues no os escucharán).
194. Aquellos a quienes invocáis fuera de Al-lah (¡oh, idólatras!) son siervos como vosotros (sin ningún tipo de poder). ¡Invocadles y que os respondan si sois veraces!
195. ¿Acaso tienen pies para caminar, manos para asir, ojos para ver u oídos para oír? Diles (¡oh, Muhammad!): «Invocad a quienes adoráis fuera de Al-lah y, después, conspirad contra mí sin hacerme esperar más tiempo.
196. »Ciertamente, Al-lah es mi único protector, Quien ha revelado el Libro (el Corán), y Él es Quien protege a los rectos y virtuosos.
وَٱلَّذِينَ تَدۡعُونَ مِن دُونِهِۦ لَا يَسۡتَطِيعُونَ نَصۡرَكُمۡ وَلَآ أَنفُسَهُمۡ يَنصُرُونَ [١٩٧]
197. »Y aquellos a quienes invocáis fuera de Al-lah no pueden ayudaros ni pueden ayudarse a sí mismos».
198. Y si los invitas al buen camino, no te escuchan; y ves que te miran, pero no ven.
199. Perdona (el mal comportamiento de la gente,[272]¡oh, Muhammad!), ordena el bien y aléjate de los ignorantes.
وَإِمَّا يَنزَغَنَّكَ مِنَ ٱلشَّيۡطَٰنِ نَزۡغٞ فَٱسۡتَعِذۡ بِٱللَّهِۚ إِنَّهُۥ سَمِيعٌ عَلِيمٌ [٢٠٠]
200. Y si el Demonio te sugiere cualquier mal, busca refugio en Al-lah. Ciertamente, Él oye y ve todas las cosas.
201. Quienes temen (a su Señor), cuando tienen un mal pensamiento proveniente del Demonio, recuerdan a Al-lah y ven (la verdad) con claridad.
202. (En cuanto a quienes rechazan la verdad), sus hermanos (los demonios) persisten en mantenerlos extraviados y nunca se cansan de hacerlo.
203. Y si no les presentas una prueba (o un milagro) como te piden (¡oh, Muhammad!), dicen (con sarcasmo): «¿Por qué no has inventado ninguna?». Diles: «En verdad, sigo lo que mi Señor me ha revelado. Esto, el Corán, es una prueba de vuestro Señor, una guía y misericordia para la gente que cree».
204. Y cuando se recite el Corán prestadle atención y permaneced en silencio para que recibáis la misericordia de Al-lah.
205. Y recuerda a tu Señor en tu interior con humildad y temor de Él, sin levantar la voz, por la mañana y por la tarde; y no seas de los que se descuidan.
206. En verdad, quienes están junto a tu Señor (los ángeles) no desdeñan adorarlo, sino que Lo glorifican y se postran ante Él[273].